• Y eso a pesar de obtener beneficios por primera vez en diez años.
  • Es uno de los casos más desastrosos de rescate público bancario.
  • Y la cosa continúa: anuncia ajustes adicionales por 2.835 millones de euros.
  • Por no hablar de causas judiciales pendientes, por ejemplo, en EEUU.
La pregunta sale sola: ¿No hubiera sido mejor dejar caer el banco hace diez años en lugar de inyectarle 65.000 millones de euros de dinero público? El caso es que el banco que aún controla el Gobierno británico -posee el 72,6% de las acciones- ha anunciado este viernes un beneficio de 852 millones de euros en 2017. ¡Por fin! Solo en 2016, RBS perdió 7.883 millones de euros. Con este resultado, el consejero delegado de la entidad, Ross McEwan (en la imagen), se ha venido arriba: "A medida que se reduce el número de problemas heredados y mejora la evolución de nuestro negocio, el caso de inversión del banco es más claro y cada vez está más cerca la perspectiva de recompensar a nuestros accionistas", ha declarado. Probablemente, McEwan sea, actualmente, uno de los tipos más optimistas del planeta. Eso, o uno de los más ingenuos, porque efectivamente, la cifra de negocio de RBS aumentó un 4,3% en 2017, con un margen de intereses al alza un 3,2%. Ahora bien, el banco ha anunciado más ajustes durante el presente ejercicio y el que viene por unos 2.835 millones de euros. Y eso sin hablar de causas judiciales abiertas, por ejemplo, con el Departamento de Justicia de EEUU. Sí, RBS es uno de los casos más desastrosos de rescate público bancario. Y así lo entiende el mercado: la cotización del banco se desploma este viernes más de un 4% y su capitalización bursátil apenas supera los 36.300 millones de euros. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com