• Y no preparará un sucesor. Desde luego, no será Soraya.
  • En Génova dan por cierto que se va a estrellar en Cataluña.
  • Luego, esperan la rebelión, no del PNV, sino de Ciudadanos, a quien en Génova ya califican como "los termitas".
  • Rivera levanta la bandera de la firmeza y la honradez frente a la corrupción.
  • Conclusión: Rajoy perderá Cataluña y perderá España.
  • El problema del PP: ha perdido todos sus principios y valores Ahora, es una mera maquinaria de poder.
Un alto cargo del PP comenta, visionando la sesión de control en el canal 24 horas de RTVE, con Rajoy (en la imagen) enfrente de Pablo Iglesias: este hombre parece estar leyendo su epitafio. Mariano, no Pablo. No son uno ni dos, los que piensan en la calle Génova que Rajoy afronta, ya mismo, el final de su vida política. Eso sí, un final no programado. Los pasos están claros. El primero, el PP se estrella en Cataluña el próximo día 21 y no logra entrar en un gobierno de concentración constitucionalista. Pero a partir de ahí comienza la cuesta abajo de Rajoy en todo el país. Y eso es más peligroso. Puede que consiga el apoyo del PNV a los presupuestos pero sólo a costa de encabronar más a su propio partido. Además, no será el PNV el que le traicione sino Ciudadanos: "Los termitas". Albert Rivera espera el momento para retirar el apoyo a un Rajoy debilitado, asolado por Cataluña y por la corrupción y con un partido dividido. Por cierto, la primera división es la distancia que, cada día con más fuerza, separa a Rajoy de Soraya. Pero el asunto es más serio: el asunto es que el PP ha abandonado todo tipos de principios  y valores: es una maquinaria de poder y de repartir cargos. Así que Rivera sólo tiene que esperar para lanzar su propia moción de censura e ir a elecciones anticipadas. Y en ese momento es cuando Rajoy perderá Cataluña y perderá España. Y se retirará a su casa o a la palestra internacional. Eulogio López eulogio@hispanidad.com