Consejo de Ministros del martes 27 de marzo. No se lo van a creer pero el día de la presentación de los Presupuestos resulta que la rueda de prensa empieza por Cataluña y por Puigdemont.

Detención de Puchi. El Gobierno sigue pensando lo mismo: la situación del expresidente de la Generalidad depende de la justicia. Mentira. O al menos no fue así en su día. Otra cosa es que las demandas del Gobierno contra los independentistas catalanes sean justas, que lo son, pero la iniciativa judicial ha corrido a cargo del Gobierno. Es malo mentir, ministro Méndez de Vigo, especialmente cuando no resulta necesario porque se tiene razón.

Se amplía la deducción fiscal… por el tercer hijo. ¡Generosos! 

Pero era el día de los Presupuestos. El Gobierno aprueba el anteproyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2018.

Oferta de empleo de empleados públicos para el Estado central: maestros y policías, principalmente. Subida de sueldos para policías nacionales y guardias civiles: bien.

Todo esto pesar del letal envejecimiento de la población española

Además, como la economía crece, el gasto también puede crecer. Se trata de unos presupuestos socialdemócratas y el mismo Méndez de Vigo habla de “nuestro Estado del Bienestar”.

Al ministro Román Escolano le toca el cuadro macroeconómico. Se apoya en las previsiones de organismos internacionales: la zona euro crecerá más en 2018. Destacar, también, cuatro décimas de aumento, hasta el 2,7%, de crecimiento del PIB español para 2018. O sea, que la línea de crecimiento es sustentable, que no sostenible.

Los PGE 2018 son de tinte socialdemócrata. Eso sí, sobre PIB se reduce un poco el gasto, seis décimas… hasta el ¡40,6%!

Cataluña empieza a normalizar su economía y las empresas mejoran sus cuentas. Lo mas importante, que la demanda externa, la que nunca funcionaba, ahora sí crece. El gran éxito de Rajoy son las importaciones.

Deuda: España reduce su deuda privada pero la deuda pública continúa roznado el 100 por 100 del PIB. Una barbaridad, aunque se trate de una barbaridad repetida en toda Europa.

Escolano anuncia 19,5 millones de cotizados para finales de 2018, con un 15% de tasa de desempleo. Y Montoro le apoya: este mismo año salimos del déficit excesivo, la división de los torpes donde nos mantiene Bruselas.

La rebaja en el IRPF se queda en los 2.000 millones de euros. Muy poco

Cristóbal Montoro es el hombre ‘muy poquito’. Me explico: lo que hace, lo hace bien y tiene lógica pero lo hace pasito a pasito y hace sufrir a los impacientes. Y sí, hace bien en beneficiar a los funcionarios con subidas salariales, dado el compromiso alcanzado con los sindicatos y porque fueron los que más sufrieron durante la crisis.

2017 ha cerrado con un déficit controlado, se defiende Montoro. Por eso, podemos subir las pensiones (muy poquito). Y hemos bajado los impuestos (muy poquito). Son los presupuestos de los funcionarios, los de las rentas bajas y los pensionistas… pero muy poquito. Y resulta tan lento…

Objetivos: la deuda se quedará en el 98,4, seis décimas menos que el año anterior. El IRPF continúa siendo la clave con 82.000 millones de euros en ingresos previstos, frente a los 71.000 de IVA. Craso error. A la gente hay que juzgarla por lo que gasta, no por lo que gana. En un economía moderna, las rentas privadas se convierten rápidamente en inversión pública. Por eso sólo debe gravarse el gasto, no el ingreso de los ciudadanos

Y llegamos a la familia. Con algo de caradura, Montoro dice ofrecer 3.000 millones de euros más para las familias, sólo que 2.000 proceden de la rebaja del IRPF y eso no es una ayuda a la familia.

A ver: el salario maternal, lo que la familia recibe, o desgrava, por hijo, sigue siendo -seguirá siendo en 2018, si se prueban estos Presupuestos- la vergüenza de 100 euros mensuales. Pero ojo, hasta los 3 años nada más y, ojo, sólo para mujeres trabajadoras. Para las que sean amas de casa o, sencillamente, no encuentren trabajo, que se fastidien. En Alemania, por ejemplo, son 190 euros (más los gastos de guardería, lo que nos pondría por encima de los 300 euros mensuales de aportación estatal) y para cualquier mujer, trabaje o no. Además, las ayudas se mantienen hasta los 18 años de edad o mientras el hijo siga estudiando y viva en el hogar familiar.

En estas circunstancias, que Montoro presuma de que los Presupuestos incrementan la ayuda a la familia, en el sentido de que la desgravación por el tercer hijo se eleva de 100 euros a 150 euros al mes es como para reírse mucho. Con esa racanería gubernamental, don Cristóbal ¿qué mujer se atreverá a tener el primer y segundo hijos, para poder acceder a una ayuda, que tampoco es para tirar cohetes, en el tercero?

Eso sí, el mínimo exento se amplía de 12.000 a 14.000 euros anuales

Y eso, en un país como España, que sólo tiene un problema económico (los demás son complementos): el de una población envejecida.

Las ayudas a la familia y la natalidad en España son una vergüenza. Con la derecha y con la izquierda. Es lo que se llama un política económica suicida.

¿Perdonar la deuda autonómica como pide el distraído PSOE de Pedro Sánchez? Ahí, Montoro responde con cierta gracia: si se perdona la deuda es que alguien está financiando ese perdón.

Y ya embalado, el titular de Hacienda promete: el debate de totalidad sobre los Presupuestos tendrá lugar a finales del mes de abril. Parece muy rápido.

El IVA del cine, que no deja de ser el chocolate del loro, baja –si se aprueba el texto- del 21 al 10%. Y don Cristóbal, que no da puntada sin hilo, advierte a los productores , distribuidores, actores y actrices que le han puesto como no digan dueñas lo siguiente: esa rebaja debe beneficiar la consumidor, no es para que ellos obtengan más beneficio: “a ver si ahora resulta que los empresarios del cine aprovechan la rebaja sólo para mejorar su beneficio y no para bajar el precio de las entradas”.

Y si el IVA del cine baja del 21 al 10% es para que baje el precio de las entradas, no para que se enriquezcan los distribuidores

Y respondiendo a los medios informativos, que el lunes-martes no le trataron muy bien, advierte: sí, las autonomías han cumplido el objetivo de déficit y el Estado central no… pero “la administración central es la que más ha reducido”.

En resumen, el Estado sigue superando en España el 40% del PIB. Es mucho. Seguimos siendo socialdemócratas y esperando que papá-Estado nos lo dé todo, de la cuna a la tumba. En el PP, los de derechas, se sigue hablando de “nuestro Estado del Bienestar”. ¿Dónde están los liberales españoles? Alguno debería haber.

Así, la rebaja en el IRPF se queda en los 2.000 millones de euros. Muy poco. Eso sí, el mínimo exento se amplía de 12.000 a 14.000 euros anuales. No es para tirar cohetes. Lo dicho: la dirección es correcta pero exasperante por su parsimonia.