• Y PwC -auditor, además, del Santander, qué casualidad- certifica el dato.
  • Es decir, en un solo semestre y tras provisionar 5.700 millones, ha perdido más del doble.
  • El Santander ha provisionado innecesariamente 7.000 millones de euros. Bastaba con 1.500 para situar al Popu en la media del sector.
  • De esta forma, el capital sobrante acabará reforzando los recursos propios de Santander-Popular.
  • Tampoco eran necesarios los 5.000 millones de fondos de comercio, que, en cualquier caso, no computan a efectos de recursos propios.
  • Y respecto a la campaña de publicidad, ¿700 kilos?
En la tarde del martes 13 la patronal bancaria AEB hacía públicos los resultados bancarios. Pues bien, resulta que el Popular había perdido en el primer semestre del ejercicio, 12.000 millones de euros. Cuando en el año negro de 2016, ojo, tras provisionar 5.692 millones, presentó pérdidas (brutas) por 4.889 millones. ¿Cómo es posible, entonces, que el Santander presente ahora unas pérdidas del Banco Popular por 12.000 millones de euros durante el primer semestre de 2017? De entrada, para elevar el nivel de provisiones hasta la media del sector bancario español, el Popular precisaba 1.500 millones de euros. Entonces, ¿por qué el Santander provisiona más de 7.000 millones de euros? Pues sencillamente porque no está provisionando para el Popu sino para sí mismo, dado que esas provisiones, que no se utilizarán, pasarán a recapitalizar la nueva entidad Santander-Popular. Igualmente de sorprendente resulta que se dediquen 5.000 millones a fondo de Comercio. En este caso, no deja de ser un mero apunte contable pues no computa a efectos de recursos propios. Y luego están los 700 millones de euros para promoción comercial. ¡Jo, con las promociones comerciales del Santa! Podrían promocionar el conjunto de la banca epañoña y parte de la francesa. En definitiva, se trata de justificar que Europa regala el Popular al Santander (bueno, regalo no, le costó un euro), y pueden apostar a que esas pérdidas no irán a la cuenta de resultados de 2017 del nuevo Santander-Popular. Pero lo más sorprendente de esto, porque la historia tiene mucha mala uva, es que el auditor del Santander era el mismo del Popu: Price Waterhouse Coopers (escribimos el nombre completo en la esperanza de que don Pablo Iglesias se lo aprenda). Esto es, que PwC certificó que el Santander-Popular tuvo menos de 5.000 millones de pérdidas en 2016 (ojo, pérdidas contables por la exigencia de provisiones) pero, mira por dónde, sólo durante los seis primeros meses del 2017 perdió más del doble y las previsiones fueron proporcionalmente mucho menores. Estamos ante un ejercicio de estética contable para justificar que la JUR europea, con la connivencia del BCE, regalara por un euro un banco que valía en bolsa 1.300 millones de euros. No me extraña que los damnificados del Popular hayan presentado decenas de demandas y que, además, se hayan constituido en Asociación.. Resumiendo, lo que ha hecho el Santander, que no es el culpable de la situación, simplemente ha dicho aquello de "a bodas me convidan" -el culpable es Bruselas y Fráncfort-, es lo  siguiente: soy propietario del negocio desde el 6 de junio y cierro el semestre el 30 de junio. Ahora yo voy a decidir los resultados del primer semestre: pues bien, los exagero totalmente y en paz. Un auténtico chollo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com