La central extremeña de Almaraz depende para su continuidad de la renovación de la licencia para seguir en activo, que expira en 2020, pero hasta el nuevo director de la planta, Rafael Campos, que ha sustituido a José María Bernaldo de Quirós, admite que hay “una cierta incertidumbre” al respecto, aunque el objetivo es que pueda “seguir operando de un modo totalmente seguro y fiable”.

El caso de Almaraz es peculiar, no sólo porque su futuro está asociado a la misma polémica que pesa sobre el resto de las centrales, sino porque es la más antigua en activo después de la de Garoña, ya cerrada.

La polémica se alimenta, en paralelo, de otro debate, en el terreno empresarial, entre los dueños de las centrales, sobre todo Iberdrola, que piden una fiscalidad más generosa para que el negocio no sea una ruina (Amaraz perdió 150 millones en 2017), y el ministro de Energía, Álvaro Nadal, que niega la mayor. Galán, como ya hemos informado, no quiere cerrar la centrales nucleares, pero exige que le bajen los impuestos.

Rafael Campos, el nuevo director, confía en que Almaraz siga operado con seguridad. Ha terminado el Almacén Temporal Individualizado

A ese ruedo, en fin se han unido los partidos, enfrentados a Nadal, con una mayoría parlamentaria antinuclear. Ahora bien, la baza de Nadal para defender las nucleares es Fernández Vara, el presidente extremeño, que se juega la reelección en las autonómicas de 2019 (Almaraz es importante para el empleo, unos 2.900 trabajadores entre directos e indirectos, y la economía regional) y puede servir de puente para el entendimiento con el PSOE. La presidenta del partido, Cristina Narbona, no está por labor, y Ciudadanos no es fiable.

Caso singular, por tanto, y también paradigmático, porque el futuro de las nucleares está muy unido a la nueva ley que estudia Nadal, sobre el cambio climático y transición energética. Ahora bien, en el caso español, la energía nuclear es una necesidad en el horizonte de 2030, por la generación que aporta (cubre más del 20% del consumo) y el ahorro en gases contaminantes que evita.. Así consta en el informe elaborado por la Comisión de Expertos sobre transición energética y entregado a Nadal. En 2017, el 21,7%, en concreto.

Pero la decisión depende de los propietarios -Iberdrola 52,7%, Endesa (36%) y Gas Natural Fenosa (11,3%)-, que tienen unos plazos para pedirlo. Ese plazo vence en marzo de 2019, gracias a la nueva legislación, que añadió dos años más. La fecha límite, antes de esos cambios, fue el 8 de junio de 2017.

Almaraz es la central en activo más antigua y los propietarios tienen hasta marzo de 2019 para pedir la renovación de la licencia

Dicho sea también, Almaraz ha invertido más más de 600 millones en diez años en seguridad y tecnología para cumplir con las mejoras obligadas en las centrales para cumplir con las exigencias derivadas del accidente de Fukushima.

El nuevo director de Almaraz ha optado por quedarse con lo mejor en su rueda de prensa en Navalmoral de la Mata (Cáceres): será la primera central en acercarse al “hito” de renovar la autorización de explotación en las mejores condiciones de seguridad, como han ratificado los expertos de la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica). Además, este año se pondrá en servicio el Almacén Temporal Individualizado, ya construido y cuyo funcionamiento depende de la autorización de Industria.