• La capitalización de la gala es de 38.611 millones, frente a los 74.400 millones de la germana.
  • Orange pierde fuelle para crear la gran teleco europea, aunque tiene más presencia en el Estado francés (25%).
  • Ahora se centra en recortar costes (1.000 en tres años) para seguir creciendo, pero hasta Telefónica vale más: 44.760 millones.
  • En España, eleva su inversión a 2.100 millones en fibra óptica para llegar 16 millones de hogares.
El proceso de consolidación de las telecos europeas depende más de lo que se ingenie desde Berlín que desde París, al menos por el valor en bolsa de sus operadoras de bandera. La capitalización de Deutsche Telekom es de unos 74.400 millones de euros, mientras que la de Orange es prácticamente la mitad, 38.600 millones, inferior a la de Telefónica, en 44.760 millones. Viene al caso recordarlo el mismo día en el que Orange, que preside Stéphane Richard (en la imagen), ha presentado su plan Explore 2020, incluido en el plan estratégico hasta ese año, con el que la francesa pretende combinar dos metas: seguir creciendo en Europa a bases de inversiones, donde tiene una red más amplia que la de Deutsche Telekom, al mismo que pretende reducir un 15% los para ahorrar 1.000 millones. Orange se ha reafirmado en su liderazgo de la red en Europa, "que seguirá manteniendo a largo plazo", según el comunicado con motivo del Investor Day celebrado en Londres. Sin embargo, Deutsche Telekom tiene en un mano el mando para cualquier movimiento corporativo, algo que siempre han querido los franceses. Y eso explica, paralelamente, que el Gobierno francés retenga todavía un 25% del antiguo monopolio, inferior al 14,3% que conserva el Gobierno alemán y el 17% a través del banco estatal KfW. Ahora bien, la fortaleza en bolsa de la germana se explica también por la filial americana, T-Mobile USA. Dentro de sus planes de expansión, en Francia espera llegar a los 20 millones de hogares con su despliegue de fibra óptica, un año antes de lo previsto, en 2021. En España también ha ampliado sus planes para alcanzar en 2020 los 16 millones de hogares conectados, lo que eleva su inversión a 2.000 millones. Rafael Esparza