Mariano Rajoy está acabado y empieza a saberlo hasta él. El demiurgo de la política, el alma de la población más numerosa y peor informada, la que se guía por instinto, le ha abandonado. Sólo la opinión publicada de derechas mantiene su figura bajo el argumento de que “lo que viene es peor”.

Otra cosa es que se haya juramentado para acabar su segunda legislatura al precio que sea, también aceptando el chantaje del PNV, un chantaje que no parece conocer límites. Por ejemplo, ahora mismo el PNV pretende mediatizar hasta el juicio contra la manada de Alsasua.

Y romper con los medios que, como La Sexta, han convertido la información sobe corrupción en lucha contra el PP

Y si Rajoy se ha mantenido tanto tiempo en la Cumbre del PP es porque nadie, ni en el partido ni en el gobierno, se atrevía a hacerle frente. Soraya conspiraba para sucederle pero desde la adulación, sin dar jamás un paso al frente. Pues bien, Cospedal lo ha dado. La titular de Defensa y secretaria general del PP ha acallado a los Maroto de turno y asegura que hay que mantener a Cifuentes. Si quiere echarla Ciudadanos que la eche, pero Rajoy, que ya le había dejado caer, debe rectificar y mantenerla. Veremos si le hace caso pero sería la primera vez que Rajoy rectificara.

Cospedal, la más leal a don Mariano, se siente ahora con fuerzas para echarle un pulso, Entre otras cosas porque en el PP conviven dos tendencias contrapuestas, a veces en el mismo líder: cierto cansancio por la corrupción y un hartazgo por el hecho de que la lucha contra la corrupción se haya convertido en una lucha contra el PP y contra nadie más.

Ejemplo: mucho más grave lo de los eres de Chaves y Griñán que el master de Cifuentes y mire la repercusión mediática que está teniendo lo uno y lo otro. En plata: Cospedal defiende que hay que olvidarse de la corrupción, dejárselo a la justicia, que cuando haya acusación formal, no mera instrucción, el acusado dimita, que cada palo aguante su vela, que el ruido impida escuchar la música y la letra y que hay que romper con aquellos medios informativos que viven, no de la corrupción, sino de la corrupción del PP. Ejemplo, La Sexta.

En algo tiene razón Cospedal: la lucha contra la corrupción en  la política española no es más que hipocresía

Sí, en algo tiene razón Cospedal: la lucha contra la corrupción no es amor por la higiene pública sino pura hipocresía, pura utilización de la justicia y de los medios contra el adversario.

Ergo, Mariano no hagas nada para tumbar a Cifuentes. Por primera vez desde que está en un discreto segundo lugar, Cospedal alza la voz. Atentos a la jugada.