• 219 niñas siguen secuestradas y torturadas por los yihadistas, un año después.
  • Solo se las vio en un vídeo difundido por el grupo terrorista, que anunciaba que iba a venderlas como esposas en diferentes países africanos.
  • Naciones Unidas teme que muchas hayan sido asesinadas y el resto violadas y utilizadas como esclavas sexuales.
  • Al menos 2.000 mujeres y niñas han sido secuestradas por Boko Haram desde 2014.
  • En Nigeria, unos 800.000 niños se han visto obligados a huir de sus casas ante el incremento de los ataques por parte del grupo islamista Boko Haram.
Hoy martes se cumple un año desde que 280 niñas adolescentes fuesen secuestradas en un remoto pueblo en el noreste de Nigeria, Chibok, por el grupo yihadista Boko Haram. Un año después, 219 niñas de ellas siguen desaparecidas y sus padres todavía esperan respuestas. Es decir, siguen siendo torturadas, pues solo así cabe calificar al hecho de que hayan sido secuestradas y separadas de sus familias. Hace un año medio centenar de hombres armados llegaron en camionetas, irrumpieron salvajemente en su centro educativo en el que dormían y las secuestraron. Después de aquel asalto, solo se las vio una vez más a través de un vídeo difundido por el grupo terrorista, que anunciaba que iba a venderlas como esposas en diferentes países africanos. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, cree que muchas de ellas podrían haber sido asesinadas en las últimas semanas. Del resto se sospecha que han sido sometidas a matrimonios forzados, a torturas y a todo tipo de violaciones. Otras pueden haber sido utilizadas como cocineras, porteadoras y vigías en los ataques de Boko Haram a otros pueblos del país. Amnistía Internacional ha publicado este martes un informe, 'Nuestra labor es disparar, asesinar y matar: el reinado del terror de Boko Haram', en el que documenta los múltiples crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad cometidos por el grupo que comanda Abubakar Shekau. Una de ellas explica: "Enseñaban a las niñas a disparar armas. A mí me enseñaron también a utilizar explosivos y atacar pueblos", contó Aisha a Amnistía Internacional". "Nos entrenaron durante las tres semanas siguientes a nuestra llegada y luego comenzaron a enviar a algunas a realizar acciones de combate. Yo fui a una contra mi propio pueblo", explicó. Según la joven, durante los tres meses que estuvo cautiva la violaron reiteradamente, en ocasiones grupos de hasta seis combatientes. También presenció el asesinato de más de 50 personas, incluida su propia hermana. "Algunas se negaron a convertirse. Otras se negaron a aprender a matar. Las enterraban en una fosa común entre la maleza. Sencillamente arrojaban los cadáveres en una fosa grande, pero no muy profunda. Yo no vi la fosa, pero hasta nosotras llegaba el olor de los cuerpos en descomposición". Además, al menos 2.000 mujeres y niñas han sido secuestradas por el grupo yihadista nigeriano Boko Haram desde principios de 2014, denunció también Amnistía Internacional. Las organizaciones internacionales señalan como responsable al Gobierno del entonces presidente, Goodluck Jonathan, a quien siempre se le reprochó el abandono del norte del país, donde reside la mayoría de su población musulmana, recuerda COPE. "Su Gobierno falló en la prevención de estos crímenes, en su persecución y en la protección de las víctimas", censuró en un comunicado el director la Federación Internacional para los Derechos Humanos, Karim Lahidji. "El nuevo presidente tendrá que hacerlo mejor y más rápido", demandó, en alusión al vencedor de las recientes elecciones, Muhamadu Buhari, quien aún no ha tomado posesión. Gobiernos como los de Estados Unidos o Gran Bretaña intentaron localizar y rescatar a las escolares apoyando al Ejército nigeriano. El Gobierno de Barack Obama, por ejemplo, envió aviones no tripulados, desplazó a decenas de expertos y cedió cámaras capaces de captar movimientos en la selva, pero el resultado ha sido nulo. El contexto de lo anterior es que unos 800.000 niños se han visto obligados a huir de sus casas como resultado del conflicto que vive el norte de Nigeria ante el incremento de los ataques por parte del grupo islamista Boko Haram. Así lo denuncia Unicef en el informe 'Infancias perdidas' y que hizo público este lunes, y que recoge Efe. Según Unicef, las acciones de Boko Haram han hecho que el número de niños desplazados se haya doblado en menos de un año, miles de ellos huyendo bien dentro del mismo país o a los territorios vecinos de Chad, Níger o Camerún. El director de Unicef para África Central y Occidental, Manuel Fontaine, explica: «Un gran número de niñas y niños han desaparecido en Nigeria, bien porque han sido secuestrados, atacados, usados como armas, reclutados por grupos armados o huido», dijo Fontaine que reclamó: «Estos niños tienen el derecho de recuperar su infancia». Andrés Velázquez andres@hispanidad.com