El cardenal Leopoldo Brenes leyó un comunicado de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, en el que exige al Gobierno de Daniel Ortega esclarecer a "fondo” lo que los obispos denominaron como “dolorosas muertes sufridas durante las manifestaciones universitarias", recoge El País.

Los obispos hicieron un llamado a los estudiantes universitarios a organizarse “lo más pronto posible” y a que definan una agenda de exigencias para presentar en el diálogo del que la Iglesia Católica funge como mediadora.

Los estudiantes presentaron el miércoles un ultimátum al Gobierno de Ortega para que permita el ingreso al país de una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que investigara las denuncias de represión durante las manifestaciones. Pero el Gobierno de Ortega ha rechazado la visita de la CIDH al país. ¿Por qué será?

Sin embargo la CIDH informó este jueves que instalaron una Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada (SACROI) “con el objeto de dar especial atención a la situación de derechos humanos en Nicaragua”.

La Conferencia Episcopal también fue clara al afirmar que el objetivo de una futura negociación con el Gobierno y otros sectores del país “debe de ser revisar el sistema político de Nicaragua desde su raíz, para lograr una auténtica democracia”, condicionando de esta manera su participación en el proceso.

En un inicio, Ortega había afirmado que ese diálogo debería centrarse en las reformas a la seguridad social, lo que desató hace tres semanas las protestas en Nicaragua. Aunque el mandatario se echó atrás con las reformas, las manifestaciones han continuado, exigiendo la salida del poder de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

El presidente Ortega no se ha pronunciado sobre la represión y mantiene silencio sobre la cifras de muertos registradas por las organizaciones de derechos humanos

Los obispos, además, informaron que una vez iniciado el diálogo harán “un alto” para “valorar la voluntad, la implementación y el cumplimiento serio y real” de los acuerdos que se tomen en la mesa de negociación. “Si los obispos evaluamos que no se están dando esos pasos, informaremos al pueblo y le diremos que así no se puede seguir”, advirtieron.

El presidente Ortega no se ha pronunciado sobre la represión y mantiene silencio sobre la cifras de muertos registradas por las organizaciones de derechos humanos, que siguen recibiendo denuncias de familiares que exigen justicia ante lo que califican como una "matanza". El número de fallecidos puede ir en aumento debido a la cantidad de heridos de bala que todavía luchan por su vida en los hospitales de Managua.

Las principales cámaras empresariales del país también emitieron un comunicado la noche del jueves en el que exigen una “investigación independiente y creíble”, para que “ponga ante la justicia a los responsables de los crímenes” ocurridos durante las protestas. Exigen, además, “reformas institucionales” la independencia de los poderes del Estado y “la eliminación de la corrupción” en Nicaragua.

Los empresarios dijeron que tenían "confianza" y respaldaban el trabajo de la Conferencia Episcopal en su papel como mediadora del llamado diálogo nacional. "Es fundamental reconstruir el estado de derecho, dentro del marco institucional establecido por la Constitución y las Leyes para responder pacífica y democráticamente a las demandas sociales, políticas, jurídicas y económicas de todos los sectores de la sociedad", dijeron los empresarios.