• La entidad sólo ha conseguido 1.000 de los 5.000 millones que necesita para cubrir la ampliación.
  • Pero insiste en conseguir in extremis el resto antes de final de año para evitar el rescate estatal.
  • El problema pesa como una losa a las 40.000 familias y pequeños ahorradores por la quita a sumir.
  • Pero de ellos dependen 2.000 millones… además de los 1.000 de Qatar y otros 1.000 de fondos.
  • Y el Gobierno, mientras, que ya tiene preparada la intervención, opta por espera a ver qué pasa.
Un inquietante compás de espera se cierne sobre el banco italiano Monte dei Paschi di Siena (MSD) (en la imagen, la sede), que ha optado por asumir el riesgo de conseguir el dinero que necesita para completar la ampliación de 5.000 millones de euros, prometida al BCE, y evitar de ese modo el rescate del Estado. Pero nada augura que lo vaya a lograr… y así las cosas, al Gobierno no le va a quedar otra que activar la ayuda estatal, respetando, eso sí, la legislación europea. Ya tiene preparada la intervención, pero apura también los plazos. Eso sí, el Gobierno, hasta ahora, se ha resistido a la inyección de ayudas públicas, a diferencia del rescate bancario pedido por España (con créditos a devolver) o de los rescates aplicados en Alemania o Austria a los bancos más débiles. Todo se ha acelerado tras la negativa del BCE a conceder una prórroga extra, hasta el 20 de enero, que había pedido el Monte dei Paschi. El plazo, según el calendario, venció, es concreto, ayer domingo (11 de diciembre).  El Consejo de Administración de la entidad, sin embargo, sigue adelante en su empeño como si nada y se acoge para ello a que el BCE no le ha obligado todavía a solicitar la ayuda del Estado y que confía en el hombre encargado de formar Gobierno, Paolo Gentiloni, hasta ahora titular de Exteriores. El problema pesa como una losa sobre los 40.000 pequeños ahorradores y familias italianas, los mismos que compraron la emisión de deuda subordinada en 2008 por 2.160 millones de euros. Esa deuda a precio de mercado, en estos momentos, vale menos de la mitad por la propia deriva del banco. Pero la intención del MSD, como explica el diario Il Sole 24 hore, es abrir el proceso de conversión de esa deuda (bonos) en acciones. Dicho de otro modo: a la espera de la propuesta concreta, está claro que los que pequeños ahorradores van a tener que asumir una quita enorme, lo que les pondrá de uñas contra la entidad. Es la intención que anunció el banco en el comunicado de este domingo, que espera la autorización del regulador italiano (Consob) para abrir el proceso de ofertas y saber así "cuál es el precio que están dispuestos a pagar". Le asesoran en esa operación JP Morgan y Mediabanca, pero nada está decidido y el MSP cree que es la única opción para evitar lo peor: la recapitalización con el sacrificio de todos los tenedores de bonos. Si no procede por esa vía, será enormemente complejo cubrir la ampliación de capital de 5.000 millones antes de final de año (la exigencia impuesta por el BCE tras su peor nota en los test de estrés, en julio). De momento, sólo ha conseguido 1.000 de esos 5.000 millones. No obstante, se arriesga in extremis a conseguir esa financiación privada y evitar la acción del Estado. MSD espera conseguir otros 1.000 millones del fondo soberano de Qatar, con un hándicap indudable: es un mero socio financiero; es decir, no sabe ni le interesan las prácticas bancarias y podrá salir del mismo modo que entra, si entra, cuando le dé la gana. Espera también otros 1.000 millones de fondos institucionales, con el que se repite el mismo problema. Tras la dimisión del primer ministro Matteo Renzi, como les explicamos la pasada semana, la opción más clara es dinero público para salvar el Monte dei Paschi di Siena. Es lo que valorará también el Gobierno italiano, teniendo en cuenta, además, que la capitalización del Monte dei Paschi se ha reducido un 80% desde enero de su valor en el último año, de ahí el terror entre los 40.000 pequeños ahorradores, y que hay un riesgo de contagio claro del MSP al sistema bancario italiano. Rafael Esparza