• "La inflación está por las nubes, el desempleo es sorprendentemente alto y no obtenemos nada por la cantidad de impuestos que pagamos", son algunas de las protestas.
  • Entre los asistentes predominaba también la idea de que la corrupción en el Gobierno es un problema estructural y que Brasil vive "una crisis muy seria, moral y ética".
Continúan las dificultades políticas para la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Miles de personas salieron a las calles el domingo para exigir su destitución, informa Reuters. Recordemos que estas movilizaciones tienen lugar después de que el presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, abriese un proceso de juicio político contra la presidenta el pasado 2 de diciembre, para valorar las acusaciones de la oposición de que Rousseff violó las leyes de presupuesto para aumentar el gasto durante su campaña de reelección en 2014. Así que los analistas coinciden en que una movilización a gran escala podría aumentar la presión sobre los legisladores para votar por una acusación contra la mandataria. Pero las protestas de muchos brasileños tienen que ver también con la recesión y con el escándalo de corrupción que involucra a varios miembros del partido de la mandataria en torno al 'Caso Petrobras'. Entre los asistentes predominaba la idea de que la corrupción en el Gobierno es un problema estructural y que Brasil vive "una crisis muy seria, moral y ética". "La inflación está por las nubes, el desempleo es sorprendentemente alto y no obtenemos nada por la cantidad de impuestos que pagamos", dijo Andre Patrao, un economista de 47 años. "Brasil se está hundiendo", repetían muchos de los asistentes, según cuenta El Economista. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com