• La Justicia amplía la investigación del caso a policías estatales y federales para medir su responsabilidad.
  • El fiscal especial revela que ha habido hallazgos relevantes al cruzar información de cientos de llamadas de agentes.
  • Durante el primer año, las autoridades se centraron únicamente en investigar a policías municipales de Iguala.
  • Además, una universidad australiana descarta la incineración de los estudiantes, al contrario que la versión oficial.
México investiga a policías estatales y federales para verificar si tienen responsabilidad en la desaparición y posible asesinato de 43 estudiantes en septiembre del 2014, después de que un grupo de expertos del país advirtieron que otros agentes habrían participado en el emblemático caso, informa Reuters. El fiscal especial para el caso, Alfredo Higuera, reveló que hubo hallazgos relevantes al cruzar información de cientos de llamadas de policías y otros funcionarios la noche del hecho, así como de detenidos y de los propios estudiantes, algo que no se hizo exhaustivamente en la primera fase de la investigación entre 2014 y los primeros meses del 2015. "Esta es una investigación que rebasa cualquier situación, tanto por el número de víctimas como por el número de participantes", dijo Higuera en una entrevista para explicar la complejidad del caso, cuya pesquisa tuvo que prácticamente reiniciarse luego de que un grupo de expertos y la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos mostraran las fallas. Durante el primer año, las autoridades se centraron únicamente en investigar a policías municipales de Iguala, en el sureño estado Guerrero, a donde un centenar de estudiantes de magisterio llegaron el 26 de septiembre para llevarse autobuses a una protesta, y a los de la localidad vecina de Cocula. Allí fueron atacados por policías municipales, secuestrados y supuestamente entregados a miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, quienes los habrían asesinado y quemado en una enorme pira, según la primera versión del Gobierno, la cual ha sido duramente cuestionada por expertos. De hecho, un experimento de la Universidad de Queensland (Australia) descartó que los 43 estudiantes fueran incinerados en un basurero por un cartel, tal y como todavía sostienen las autoridades en ese país, recoge DW. De acuerdo con el experimento, publicado por la revista Science y que recreó en Australia las condiciones del incendio, se hubieran necesitado unas 27 toneladas de madera para quemar 43 cuerpos y aún así hubieran quedado restos de materia orgánica. De esta manera, el caso de los 43 estudiantes reaparece con más fuerza. Un caso que hace temblar al presidente Enrique Peña Nieto, por la corrupción que se deriva de él, mezclada con la ineficacia para aclararlo. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com