• Los resultados entre julio y septiembre estropean la tendencia desde enero. Por eso cae un 2% en bolsa.
  • La hotelera gana 113,7 millones por el impacto de los huracanes pero le queda resistir la crisis catalana.
  • La prueba del algodón: el rendimiento por habitación disponible (RevPar) pasa del 7% al 4%.
  • Ni los precios ni la ocupación suben al ritmo que los hacían hasta junio y se le ha escapado el mejor trimestre.
Los resultados hasta septiembre de la hotelera Meliá cumplen con las previsiones: el beneficio es de 113,7 millones, un 23% más, y los ingresos, 1.458,2 millones ( 5%). Otra cosa es que cumpla en el conjunto del año, algo poco probable, tras los daños provocados por los huracanes en la zona del Caribe (sobre todo en Puerto Rico), el efecto de la debilidad del dólar (más el tipo de cambia del bolívar venezolano respecto al billete verde) y el impacto que puede tener -ya lo tiene- la incertidumbre política derivada de la crisis catalana en el mercado español, en la mente del consejero delegado, Gabriel Escarrer (en la imagen). Es la razón por la que el valor cae en bolsa (en torno al 2%), aunque sufre desde hace más tiempo. A principios de junio cotizaba a 13,9 euros y ahora a 11,6. Los analistas, de hecho, se repiensan -a la baja- las recomendaciones a la espera de 2018. De hecho, el ratio de ingreso por habitación disponible (RevPAR), clave para medir los rendimientos en el sector hotelero, desciende del 7% en los seis primeros meses a un ritmo del 4% hasta septiembre. El dato ilustra un cambio de tendencia -por los factores antes citados- que se prolongará hasta final de año, salvo sorpresas. Las condiciones han cambiado: ni los precios suben al ritmo que lo hacían y tampoco la ocupación, al margen de las ofertas que tenga que plantearse para revertir la situación. Hasta septiembre, el resultados bruto de explotación (Ebitda) queda en 254,6 millones (6,9%), y en 393,8 millones (7,3%) sin tener en cuenta los gastos de intereses y amortizaciones (Ebitdar). Rafael Esparza