Sin sorpresas, con la certidumbre que implica una sucesión largamente preparada, Miguel Díaz-Canel fue elegido el pasado 19 de abril como presidente de Cuba y sucesor de Raúl Castro al frente de la isla, con la voluntad declarada de prolongar el proyecto revolucionario encarnado por los Castro: "El mandato dado por el pueblo para esta legislatura es dar continuidad a la Revolución Cubana en un momento histórico y crucial" marcado por los "avances en la actualización del modelo económico y social", remarcó el nuevo mandatario en su primer discurso.

El histórico y combativo Colegio Nacional de Periodistas de la República de Cuba Exilio (CNP) fundado en 1962 y representado dignamente por su decano Vidal Antonio Ramos y una Junta Directiva democráticamente electa, opinó que “la designación por el tirano anticubano Raúl Castro de su testaferro Miguel Díaz Canel para fingir como ‘presidente’ del régimen castrista es una maniobra de guerra psicológica para crear la falsa apariencia de cambio democrático en la isla.

Políticamente, sin embargo, nada ha cambiado en la Isla Esclava. Castro sigue en control, su régimen sigue siendo ilegítimo, Cuba sigue secuestrada y los cubanos siguen siendo esclavos”.

El Colegio Nacional de Periodistas de la República de Cuba, Exilio (CNP) añade que “la República de Cuba no tiene un gobierno que la represente constitucional, jurídica y moralmente desde el 10 de enero de 1959 ya que el régimen castrista no posee los elementos jurídicos y morales indispensables para constituir el Estado cubano o el gobierno de Cuba”.

Además, destaca que “el régimen de los Castro es una entidad criminal, inmoral e ilegítima sin derecho alguno a gobernar, representar o comprometer a la República de Cuba ante el mundo”.

Apunta también que “el pueblo cubano no tiene obligación alguna de obedecer o acatar ninguna decisión u orden de un régimen criminal, ilegitimo e inmoral como el de los Castro”.

Insiste en que “Miguel Díaz Canel podrá ser designado ‘presidente’ del régimen usurpador de los Castro, pero, al igual que los Castro, nunca será el presidente de la República de Cuba y no tiene derecho a gobernar, representar o comprometer legalmente al pueblo cubano”.

Asimismo, el Colegio Nacional de Periodistas de la República de Cuba Exilio (CNP) subraya que “las relaciones entre los Estados soberanos y el ilegitimo régimen castrista no deben violar o interferir con el derecho inalienable del pueblo cubano a luchar, en cualquier forma moral y legitima que estime conveniente, por la desaparición del régimen castrista”.

En consecuencia, el CNP “se compromete, y conmina a todos los cubanos, a trabajar, juntos o individualmente, bajo el manto protector de Dios Todopoderoso y con solidaridad, perseverancia y sagacidad para fundar en Cuba un Estado nuevo con un gobierno constitucional y legítimo que restaure las libertades civiles, la justicia social y el Estado de Derecho conculcado por el ilegitimo régimen castrista”.