• Jumana Trad es presidenta de la Fundación Promoción Social de la Cultura, una ONG que desde 1987 presta apoyo en Oriente Medio, especialmente ahora con las dos crisis abiertas en Siria e Irak.
  • "El cristiano iraquí es cristiano. Un cristiano no se venga de nadie. Son así", añade Jumana. Se estima que en 2003 había cerca de un millón de cristianos en Irak, hoy no quedan más de 200.000.
  • "Pero yo sigo optimista, porque he vivido la guerra en el Líbano, por la que también se marchó mucha gente, y luego muchos han vuelto", afirma Jumana.
  • Las tropas iraquíes reconquistan la simbólica mezquita de Mosul, donde el Daesh proclamó su califato.
Según las últimas informaciones, las tropas iraquíes han anunciado haber tomado este jueves las ruinas de la Gran Mezquita de Mosul coincidiendo con la autoproclamación hace tres años por parte del Estado Islámico del "califato". El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, ha asegurado en una comparecencia posterior que la captura significa "el fin del estado de falsedad" del Dáesh. Pero los cristianos de Siria e Irak lo han pasado muy mal y han sido perseguidos por los musulmanes  yihadistas. Rome Reports ha recogido el testimonio de Jumana Trad (a la derecha en la imagen), presidenta de la Fundación Promoción Social de la Cultura, una ONG que desde 1987 presta apoyo en Oriente Medio, y con especial fuerza ahora con las dos crisis abiertas en Siria e Irak. Jumana llegó a Bagdad cuando el autoproclamado Estado Islámico (EI) comenzó a sembrar el terror en Irak. Durante sus años en el país ha conocido de primera mano la inquebrantable fe de los cristianos iraquíes.   "Hay un dicho en Irak: 'a nosotros nos tiran piedras y nosotros les tiramos pan'. Quiere decir que siempre devuelven el bien por el mal, y la verdad es que he podido verlo con mis propios ojos. El cristiano iraquí es cristiano. Un cristiano no se venga de nadie. Son así". Y lo que ha visto Jumana, por ejemplo, es cómo las hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, que tuvieron que huir de la persecución de los yihadistas en Mosul, han regresado a Bagdad para abrir un dispensario médico que ayuda a musulmanes y cristianos, en un país donde el terrorismo es un mal casi cotidiano. "Irak es el país más tocado por el terrorismo. Solo en 2016 murieron 17.000 personas por ataques terroristas. En una ciudad como Bagdad cada día hay un ataque". Uno de los más terribles fue en el barrio chiíta de Karrada donde precisamente estas religiosas habían acogido en un colegio a familias de refugiados. Aquí el año pasado, un coche bomba acabó con la vida de 300 personas en este centro comercial. A finales de mayo de este año otro ataque también reivindicado por el EI mató a casi 20 personas en una heladería. Este grupo de cristianos rezó hace pocos días en el lugar del atentado. Lo hicieron por la paz y por su país, inmerso en una guerra intermitente desde finales de los 70. El yihadismo, la guerra y la precariedad económica han provocado el éxodo de cientos de miles de cristianos de esta tierra evangelizada por el mismo apóstol Tomás en el siglo I. Se estima que en 2003 había cerca de un millón de cristianos en Irak. Hoy no quedan más de 200.000. "Una señora de la parroquia me dijo que ellos eran 600 en su familia. Ahora quedan 3. Pero yo sigo optimista, porque he vivido la guerra en el Líbano, por la que también se marchó mucha gente, y luego muchos han vuelto. Ahora que hay más paz la gente, -si no vuelve-, sigue ayudando a la reconstrucción del país". Como lo hace Jumana a través de la organización que preside, Fundación Promoción Social de la Cultura, una ONG que desde 1987 presta apoyo en Oriente Medio, y con especial fuerza ahora con las dos crisis abiertas en Siria e Irak. Lo hacen ayudando a estos cristianos perseguidos en lugares como el campo de la Virgen María en Bagdad o las víctimas de la guerra siria en lugares como Zaatari en Jordania, uno de los campos de refugiados más grandes del mundo. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com