• Y eso a pesar de buen saneamiento realizado en la entidad por Goirigolzarri.
  • Quedan dos años para la privatización y hasta ahora se han recuperado 2.656,3 millones de las ayudas.
  • Los ingresos por la venta del 7,5%, en 2014, se reducen drásticamente frente a 2017: de 1.304 a 818,3 millones.
  • También varían los descuentos, que avivan el interés de los fondos, que apuestan por las subidas del valor.
  • La factura, sin BMN, estaba en 22.424 millones, pero la entidad fusionada con Bankia recibió 1.645 millones en ayudas.
Culminada la venta del segundo paquete de Bankia por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), anunciada al cierre del mercado, queda espacio para el análisis, indefectiblemente unido al horizonte de la privatización total de la entidad, antes del 31 de diciembre de 2019, tras la ampliación del plazo dada por el Gobierno. El primer balance, inevitable, está en una ecuación: las ayudas públicas recibidas en 2012 para el rescate, 22.424 millones; el dinero recuperado hasta ahora, 2.656,3 millones, y la capitalización de Bankia, 12.070 millones. Ahora bien, esa factura engorda a 24.069 con la suma de BMN, que recibió 1.645 millones en ayudas públicas. La diferencia, negativa, es de 11.999 millones, pero queda bastante partido por jugar para valorar la operación en su conjunto, marcada, en cualquier caso -justo es decirlo- por el buen saneamiento llevado a cabo por el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri (en la imagen), no así en el caso de BMN. En ese escenario, no obstante, entra en juego otras consideraciones, desde el coste de las reparaciones a los depositantes o preferentistas o los pagos por las cláusulas suelo, que siempre tienen contrapuntos como los intereses que cobra Europa, el lucro cesante (lo que se ha dejado de ganar con otro destino a las ayudas) o el valor de los activos de Bankia. Los datos de la última operación los da el propio FROB, que retoma, como señala en su comunicado, el proceso de privatización de la entidad. El Estado reduce así su participación al 60,6% (60,93%, teniendo en cuenta la fusión prevista de BMN), y sobre ese porcentaje procederá a la venta del resto en otros paquetes de acciones. El desenlace depende de ese margen, aunque se impone una consideración: la venta del primer paquete de Bankia (7,5%), en 2014, se saldó con unos ingresos de 1.304 millones, reducidos sustancialmente en la segunda colocación (7%), a 818,3 millones. El descuento aplicado hace tres años fue del 4%, esta vez del 2,71%; es decir en la horquilla habitual (entre el 3% y el 5%) en este tipo de operaciones, también en sus consecuencias en la cotización. Por eso Bankia cae en bolsa (-1,5%): cotiza a 4,13 euros tras la colocación a 4,06, cuando las posiciones cortas están en 4,51 en el último registro. Una cosa esta clara igualmente: la venta atrae a los inversores institucionales, a los que estaba dirigida la colocación del 7%. Dicho rápido: el interés de los fondos es claro, como su apuesta de que el valor subida (en el año, un 8%). Rafael Esparza