• El banco de Escotet no funciona y el Banco de España es ahora esclavo de su error pasado: adjudicarlo al venezolano.
  • Y La Caixa ya ha dicho que no entrará en Abanca.
  • Con la entidad se juegan su prestigio tanto el Banco de España (Restoy) como la Xunta (Feijóo).
Antes de la adjudicación de NCG Banco (resultado de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova) se celebró una reunión en el Banco de España entre el subgobernador y presidente del FROB, Fernando Restoy, el presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán, y los representantes de los fondos Guggenheim y WL Ross, interesados en hacerse con la entidad gallega. En la reunión, Restoy hizo saber a Gunggenheim y WL Ross que no le gustaban los fondos. No estaba dispuesto a entregar el banco gallego más importante a unos fondos de capital riesgo, además, extranjeros. Oiga, ¿pero esto es Europa?, le respondió el representante de WL Ross. ¿Por qué puedo gestionar bancos, por ejemplo, en Irlanda y en otros países del euro y no aquí, en España? El cabreo de los fondos fue mayúsculo, sobre todo porque pocas semanas antes, el Banco de España había otorgado Evo Banco, escisión del propio NCG, a Apollo, uno de los fondos más especulativos del mundo. La negativa de Restoy se unió a la de Alberto Núñez Feijóo, que no quería, bajo ningún concepto, que la entidad perdiera su galleguidad. Por eso, se negó a que cayera en manos de los catalanes de La Caixa. En definitiva, entre el no de Restoy a los fondos y el no de Feijóo a La Caixa, el único candidato era el grupo venezolano Banesco, propiedad de Juan Carlos Escotet (en la imagen, junto al presidente de la Xunta). Sí, la subasta de NCG Banco fue una cacicada. La oferta de Escotet no era, ni mucho menos, la mejor. Un detalle: antes de ganar la puja, el venezolano invitó a un grupo de periodistas españoles a Venezuela, Panamá, etc. para que conocieran la magnitud de su grupo en Hispanoamérica. ¿Creen que hubiera organizado el viaje si no supiera que iba a ganar la puja? En cualquier caso, eso es ya pasado. Ahora, lo más preocupante es que Abanca no funciona. La caída de los márgenes y el desplome del beneficio (-40%) hasta marzo lo corroboran. El plan de expansión por la Península se ha paralizado y los nuevos fichajes se da de baja por la falta de expectativas. Y todo por salvaguardar la galleguidad del banco, prioridad número uno del candidato Feijóo y que le puede estallar en vísperas de las elecciones a la Xunta. Y ahora ya no puede contar con La Caixa. La entidad que preside Isidro Fainé ya le ha dicho que no entrará en Abanca. Ahora no. Sin duda, la preocupación en torno a la entidad de Escotet es grande. Además, tanto el Banco de España (Restoy) como la Xunta (Feijóo) se están jugando su propio prestigio. Y Feijóo se presentará a la reelección. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com