• "Que la detengan": ya no se trata de victimismo sino de ser víctima real de la represión españolista. Como sea.
  • Los Puigdemont apuestan por la resistencia pasiva, que siempre acaba en violencia activa o que, al menos, provoca tumultos callejeros para la exportación.
  • Es decir, buscan las fotos de la 'represión' de Policía y Guardia Civil ante la mirada indolente de los Mossos, al igual que en el 1-O.
  • No quieren convocar elecciones, pero tampoco saben qué hacer, sólo tienen claro que no pueden echarse atrás.
  • Los separatistas presumen ante las 'fuerzas vivas' catalanas de que esta crisis será la tumba de Rajoy. Y el CNI analiza cómo evitarlo.
  • ¿Cómo aplicar el 155? Moncloa teme intervenir los Mossos y TV3: el mayor es Trapero, ídolo de los independentistas, y la tv presume de organizar manifestaciones masivas en horas.
  • Eso sí, el Gobierno español está encantado, y gratamente sorprendido, con el apoyo de Pedro Sánchez, del que encarece su sentido de Estado.
  • Y por cierto, Puigdemont estudia comparecer en el Senado en el debate sobre el 155: podría ser el jueves o el viernes.
Iniciados los trámites para aplicar el artículo 155, la crisis catalana entra en una semana clave. Conviene destacar la nueva consigna del bloque separatista: ser detenidos, y si puede ser con luz y taquígrafos, mejor que mejor. De hecho, el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ya ha avisado al presidente de la Generalitat (en la imagen, junto a Oriol Junqueras) de que ser será detenido si declara la independencia de Cataluña. Y todo esto nos recuerda la famosa canción "Que la detengan"... Carles Puigdemont y compañía (Junqueras, Romeva, Forn, Forcadell…) apuestan por la resistencia pasiva convertida siempre en violencia activa, que provoca algarabía social. Buena prueba de ello la encontramos en el hecho de que la CUP ha llamado a la "desobediencia civil" contra el 155. Y uno de los que ya se ha dado cuenta de lo que sobrevuela en el ambiente catalán ha sido el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, que ha afirmado: "Están azuzando la rebelión y la secesión". Es decir, los separatistas buscan las fotos de la 'represión' de Policía Nacional y Guardia Civil ante la mirada de los Mossos, e incluso el enfrentamiento con éstos, al igual que sucedió el 1-O, porque aquello fue un éxito. Y como bien saben, les encanta aparecer como víctimas de la represión policial dirigida por Madrid… y por tanto, como pacifistas, a pesar de haber sido los que han encendido la mecha de la crisis catalana. Mientras, la ANC sigue haciendo de las suyas. Su sectorial de Mossos, Mossos per la Independència, asegura que seguirán "leales al Parlament y al Govern". Algo que también sucede en el caso de la sectorial de Bomberos, Bombers per la Independència, que ha afirmado: "No reconocemos ninguna otra autoridad que nuestro presidente, nuestro Govern y nuestro Parlament". Puigdemont y compañía no quieren convocar elecciones autonómicas, uno de los objetivos que tiene la aplicación del artículo 155. Claro que tampoco saben qué hacer, sólo tienen claro que no pueden echarse atrás. Eso sí, los separatistas presumen ante las 'fuerzas vivas' catalanas (empresarios y gente del mundo de la cultura) de que la crisis de Cataluña será la tumba de Mariano Rajoy. Y claro, el CNI está analizando cómo evitarlo, después de que no fuera capaz de ver lo que se tramaba antes del 1-O. Con la aplicación del 155, el Gobierno Rajoy teme, sobre todo, intervenir los Mossos d'Esquadra y TV3. La policía autonómica catalana está bajo el mando del mayor Josep Lluís Trapero, que cobra la friolera de 84.650 euros anuales, y fue premiado por los independentistas con el cargo de mayor en lugar de ser sólo comisario jefe, como su antecesor Josep Milan. Y claro, un premio así, debe ser agradecerse… Mientras, TV3 presume de ser capaz de ser capaz de organizar una manifestación en tres horas. Eso sí, el Gobierno Rajoy está encantado y gratamente sorprendido con el apoyo de Pedro Sánchez y su sentido de Estado. Algo que ha permitido al socialista cerrar la boca de la vieja guardia y de los barones, aunque ha despertado algunas divisiones. Y por cierto, Puigdemont estudia comparecer en el Senado en el debate sobre el 155: podría ser el jueves o el viernes. El presidente de la Cámara Alta, Pío García-Escudero, está dispuesto a que el presidente de la Generalitat pueda hacerlo el viernes si no puede el jueves, fecha para la que ha convocado un pleno en el Parlament. Cristina Martín cristina@hispanidad.com