El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer un memorándum por el que impondrá aranceles por valor de 60.000 millones de dólares a las importaciones de China para contrarrestar la supuesta "competencia desleal" y el "robo de tecnología y propiedad intelectual", que afectarán a más de 1.300 productos. Además, Estados Unidos denunciará a China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por estas "prácticas abusivas" y limitará las inversiones chinas en empresas estadounidenses.

"Nuestro déficit con China es el mayor de la historia de la humanidad (375.000 millones) y les he pedido reducirlo en 100.000 millones. La palabra clave es reciprocidad. Queremos tarifas espejo: si nos gravan, gravamos igual. Lo que no puede ser es que a nuestros coches les impongan una tarifa del 25% y que nosotros a los suyos solo del 2%", indicó Trump.

Paralelamente, Estados Unidos dejará fuera del anunciado aumento de aranceles a la importación del acero y aluminio a la Unión Europea, Argentina, Brasil, Australia y Corea del Sur, además de a sus socios del TLCAN, Canadá y México, según declaró ante el Comité de Finanzas del Senado el responsable de Comercio Exterior, Robert Lighthizer.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, indicó que los líderes de la UE presentarán su posición "en detalle" hoy, tras retrasar el debate sobre esta cuestión "a la espera de la decisión de EEUU sobre si exime a la UE de los aranceles al acero y al aluminio".

Pekín advirtió de que adoptará las "medidas necesarias" en respuesta a la decisión de la Administración estadounidense.

Las sanciones comerciales a China decretadas por Donald Trump provocaron ayer una caída del 2,93% en el Dow Jones de Industriales, principal índice de Wall Street, que cerró en 23.957,89 puntos. el selectivo S&P cedió un 2,52% y quedó en 2.643,69 puntos. El índice Nasdaq cayó un 2,43%, hasta 7.166,68 puntos. El índice de volatilidad Vix - conocido como "medidor del miedo" de los inversores - se disparó más de un 30% ante los temores de una guerra comercial con China.

Los mercados asiáticos se han contagiado del mal cierre de Wall Street. En concreto, la Bolsa de Shanghái ha cerrado con una fuerte caída del 3,39% por un desplome del 4,02% de Shenzhen. En lo que llevamos de semana la ambas plazas acumulan ya pérdidas de un 3,58% y un 5,53%, respectivamente.

En Hong Kong también han prevalecido las pérdidas, registrándose una caída del 2,45% dejándose el índice Han Seng 761, 76 puntos hasta los 30.309,29 unidades. Hasta hoy, el parqué hongkonés se ha dejado un 3,79%.

También se han teñido de rojo plazas como Seúl (Corea del Sur), donde el índice Kospi ha cerrado la sesión con un retroceso del 3,18% mientras el indicador Kosdaq de valores tecnológicos se dejaba por el camino un 4,81% de su cotización.

De igual modo, el rojo también ha teñido la Bolsa de Tokio que ha cerrado con una caída del 4,51%, la más importante desde el pasado 6 de febrero.

El Ibex 35 se suma a la estela de fuertes pérdidas de Wall Street, Asia y sus vecinos europeos para caer más de un 1% desde la apertura y pierde los 9.400 puntos. Mientras que el Eurostoxx se dejaba un 1,86%.

El resto de plazas europeas abrían con caídas del 0,8% para Francfort y París y del 0,5% para Londres.