• Acaba la vista oral en la Audiencia de Vizcaya por los pagos al ex delegado del Gobierno vasco.
  • Y el abogado defensor ve un intento de depurar responsabilidades políticas.
  • Kutxabank retiró su acusación, no así la abogada abertzale Jone Goirizelaia.
  • Y la Fiscalía mantiene su petición de cárcel para el presidente de Kutxabank y ex vicelehendakari.
Recta final en la Audiencia de Vizcaya en juicio contra Mario Fernández, ex presidente de Kutxabank con visiones muy distintas, como suele ocurrir, entre la acusación y la defensa, aunque la última palabra la tiene el juez, como siempre. Caso paradigmático, en cualquier caso, porque lo que se juzga es el contrato irregular para un amenazado por ETA, el ex delegado del Gobierno en el País Vasco Mikel Cabieces, también acusado. Cobró de Kutxabank en total 243.592 euros. La conclusiones de las partes, en línea, pero conviene recordar lo que hay por medio, una entidad bancaria que desveló el caso aunque retiró la acusación, Kutxabank, un ex vicelehendakari del Gobierno vasco, Mario Fernández, que devolvió el dinero pagado por la entidad, y un político socialista, el que cobró. Bueno, y un abogado, Rafael Alcorta, también acusado, por su mediación en los pagos desde su bufete. Y a partir de ahí, conclusiones. La Fiscalía insiste: hay "pruebas suficientes" para condenar a los tres y mantiene la petición de dos años de cárcel -por administración desleal o tres años por apropiación indebida- para Mario Fernández, Cabieces y Alcorta. La acusación particular, por cierto -representada por la abertzale Jone Goirizelaia- se suma a las mismas conclusiones. ¿Cuál es la versión de la defensa, representada por el abogado Carlos Bueren? Ve, básicamente, que "alguien ha tratado de depurar responsabilidades políticas", que no se trata de un caso de "puertas giratorias", como argumenta el fiscal, sino de "un proceso penal" y que no se dedicado tiempo a la principal acusación: si Cabieces trabajó o no a cambio de las remuneraciones recibidas. Y Además, ha dicho, si hubiera habido ánimo de perjudicar a Kutxabank, Fernández no hubiera entregó voluntariamente más de 500.000 euros. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com