• El banco británico gana un 73,5% más (8.571 millones) hasta septiembre, pero con dos tercios de sus ingresos en Asia.
  • La transparencia no es una virtud para HSBC y prefiere la regulación, más laxa, de otras  regiones.
  • El fraude fiscal masivo desde Suiza le obligó a la reestructuración (25.000 despidos), que empieza a dar frutos, y al relevo en la presidencia.
  • No tiene prisa en desplazar 1.000 de Londres a París, pero advierte de caída de inversión por el Brexit.
El banco HSBC ha presentados los resultados trimestrales, este lunes, que si bien muestran que la profunda reestructuración puesta en marcha en el grupo, para responder a su etapa de escándalos, da frutos, aunque a menor ritmo del esperado. Los resultados confirman, en paralelo, el cambio de estrategia del banco para aumentar su negocio en Asia -genera ya dos tercios del beneficio- sin olvidar el repliegue en otros países y recorte de 25.000 empleos, coste que merma el beneficio. En el último trimestre, ganó 2.958 millones de euros (2.546 millones de dólares), frente a las pérdidas anteriores de 531 millones de euros (617 millones de dólares). El beneficio desde enero, sin embargo, aumenta un 73,5%, hasta 8.571 millones de euros (9.957 millones de dólares). El repliegue internacional y la apuesta por Asia, con una regulación bancaria más laxa que Europa, han sido confirmadas por el presidente ejecutivo, Stuart Gulliver -ha puesto el acento en la actividad en Hong Kong, y por John Flint, que le relevará en el cargo en febrero. La decisión se tomó a raíz del escándalo por el fraude masivo orquestado a través de su filial suiza. Los dos llevan más de 25 años en un banco donde la transparencia no es una virtud, que se dice, del mismo modo que de defiende de puertas afuera, pero no traga a los chivatos, como Falciani, de puestas adentro. Los resultados, en cualquier caso, están por debajo de lo esperado, debido a la caída de ingresos en renta fija, divisas y commodities, que obligan al banco a renunciar a su objetivo de rentabilidad (ROE) del 10% este año. Ahora, se sitúa en el 8,2%. Stuart Gulliver ha dicho también que la intención del banco es permanecer el mayor tiempo posible en Londres, antes de desplazar a 1.000 empleados a París, por el Brexit, aunque ha advertido también que la incertidumbre que provoca ese proceso puede reducir la inversión extranjera en Reino Unido. Rafael Esparza