• Las protestas van en aumento en los territorios palestinos, con los tres días huelga general convocados por las diferentes facciones.
  • La decisión Trump provoca el rechazo de la autoridad palestina y la mayoría de los países árabes.
  • También muestra su preocupación y malestar Naciones Unidas y la UE.
El presidente estadounidense Donald Trump anunció ayer miércoles que EE.UU reconoce Jerusalén como la capital de Israel y, por ello, trasladará allí su embajada, aunque no de forma inmediata. En su opinión, "es lo mejor para los intereses de EEUU y la búsqueda de la paz entre Israel y los palestinos" y responde "a la aceptación de lo obvio, Israel es una nación soberana y Jerusalén es la sede de su Gobierno". La decisión de Trump -que rompe la línea diplomática aplicada no sólo por Estados Unidos, sino por toda la comunidad internacional desde los años 80- ha causado el rechazo de la autoridad palestina, de la mayoría de los países árabes, y la preocupación de la ONU y de la UE, que ya han mostrado su malestar. Las protestas van en aumento en los territorios palestinos este jueves, primer día de la huelga general de tres días convocada por las diferentes facciones palestinas, informa RTVE. El Ejército israelí ha anunciado este jueves que va a desplegar fuerzas adicionales en el territorio palestino ocupado de Cisjordania y que otros batallones estarán en alerta, listos para intervenir en caso de necesidad. El portavoz militar no ha especificado qué número de efectivos están implicados en esas movilizaciones. Para empezar la jornada, el movimiento radical palestino Hamás ha llamado a iniciar una "nueva intifada" este mismo viernes, que ha bautizado como "la liberación de Jerusalén". "No se puede plantar cara a la política sionista apoyada por Estados Unidos más que con el lanzamiento de una nueva intifada", ha declarado el jefe político de Hamás, Ismail Haniya, en un discurso pronunciado desde la Franja de Gaza. Hamás ya advirtió el miércoles de que Trump ha abierto "las puertas del infierno para los intereses estadounidenses en la región". Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, ha asegurado que las acciones de EE.UU. "niegan los acuerdos, desafían a la comunidad internacional y animan a seguir con la política de ocupación, asentamiento y limpieza étnica" de Israel, por lo que -ha concluido- EE.UU. no puede seguir actuando como mediador del proceso de paz entre isarelíes y palestinos. Además, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, ha destacado que la decisión de Trump "destruye cualquier oportunidad para la solución de los dos Estados". Pero las protestas por la decisión estadounidense no se limitan a Palestina o los países árabes, sino que se han extendido a otros países musulmanes, como Turquía o Irán, donde se suceden las protestas contra Washington, tanto en las calles como en los despachos gubernamentales. Indonesia -el país con más población musulmana del mundo- y Malasia -uno de los aliados de Washington en el sudeste asiático- han sido los últimos países en sumarse a la oleada de rechazo a la decisión de Trump. El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha condenado "con severidad el reconocimiento unilateral por parte de Estados Unidos de Jerusalén como la capital de Israel" y ha pedido a Washington que reconsidere una decisión que "viola varias resoluciones de las Naciones Unidas" y "puede afectar la estabilidad política del mundo". Por su parte, el primer ministro malasio, Najib Razak, ha apuntado que la decisión de Trump puede "poner fin a todos los esfuerzos realizados para resolver la cuestión [sobre el Estado] palestino. Tendrá graves repercusiones, no sólo en la seguridad y estabilidad de la región, sino que podría encender los sentimientos y dificultar los esfuerzos en la lucha contra el terrorismo". "El reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel no es un reconocimiento de la realidad sobre el terreno, sino una expresión de apoyo a las políticas israelíes, muchas de las cuales contradicen el derecho internacional", ha zanjado el jefe de Gobierno malasio. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com