• Ignacio Galán negocia con dureza: no quiere reabrirla, pero sí prorrogar el resto de centrales y las primas a la eólica.
  • Mientras, la empresa que preside Borja Prado está dispuesta a ceder ante el Gobierno.
  • Ambas son dueñas al 50% de Nuclenor, la sociedad que opera la central nuclear burgalesa.
  • Ojo a las cifras: reabrirla costaría entre 100 y 200 millones, pero desmantelarla, unos 600 millones.
  • Almaraz ya prepara la documentación para solicitar un alargamiento de su vida útil.
Garoña es, sin duda, uno de los temas de la semana, después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) diera el visto bueno a su reapertura. Ahora la pelota está en el tejado del Ministerio de Energía -que apuesta decididamente por la energía- y de las empresas propietarias, Iberdrola y Endesa, que están enfrentadas por su futuro. El presidente de la primera, Ignacio Galán (en la imagen junto a Borja Prado), negocia con dureza con el Gobierno. No quiere reabrir Garoña, pero sí lograr una prórroga para las cinco centrales nucleares que están en activo: Almaraz, cuya vida útil termina en 2020; Vandellós (2020); Ascó (2021); Cofrentes (2021) y Trillo (2024). Una decisión que aún no está tomada... Además, Galán también quiere que se prorroguen las primas a la eólica… y es que le gusta mucho la 'energía verde' (de hecho, el verde es el color corporativo de la eléctrica). Mientras, la empresa que preside Borja Prado está dispuesta a ceder ante el Gobierno y reabrir Garoña. Eso sí, si después se alarga la vida útil del resto. Parece que, afortunadamente, lo ocurrido en la central nuclear de Flamanville (Francia) no ha afectado al plan del ministro Nadal. Recuerden que ambas compañías son dueñas al 50% de Nuclenor, la sociedad que opera la central nuclear burgalesa. Y ojo a las cifras: reabrirla costaría entre 100 y 200 millones, pero desmantelarla, unos 600 millones, según informa Europa Press. De estos 600 millones, unos 100 millones tendrían que ser asumidos por Nuclenor (ya tiene provisiones de 106 millones, por si acaso) y el resto, por la sociedad estatal Enresa. Claro que Iberdrola y Endesa también tienen parte en las cinco centrales nucleares que están en activo. En Almaraz I y II (Cáceres) poseen el 53% y el 36% respectivamente, donde las acompaña Gas Natural Fenosa (11%). Endesa manda en las tarraconenses Ascó I (100%) y Ascó II (85%, el 15% es de Iberdrola), y en Vandellós (72% frente al 28% de Iberdrola); mientras la eléctrica de Galán tiene el poder en la valenciana Cofrentes. Más repartido está el patio en Trillo (Guadalajara): Iberdrola (48%), GNF (34,5%), HC Energía -eléctrica asturiana comprada por la portuguesa EDP y vendida a los chinos de CGTC- (15,5%) y Nuclenor (2%). Paralelamente, Almaraz ya prepara la documentación para solicitar un alargamiento de su vida útil. Y tienen cierta confianza en lograrla, según contó su portavoz, Aniceto González, a la Cadena Ser, que subrayó que se han invertido 600 millones en su reforma y adecuación a los tiempos modernos. Además, hay que tener en cuenta que la central nuclear cacereña es la más potente de España. Cristina Martín cristina@hispanidad.com