• "Muchos cristianos chinos han abandonado sus hogares y otros cristianos están planeando salir de la isla después de estos acontecimientos", cuenta el misionero Sebastiano D'Ambra.
  • Denuncia que los fundamentalistas también han matado a musulmanes, que calificaban de "infieles" porque defendían el diálogo y la convivencia.
  • Y recuerda que "en el pasado hemos vivido en la armonía islámico-cristiana".
Un cristiano ha sido asesinado y otros están amenazados por los grupos radicales islámicos en Jolo, una pequeña isla en el sur de Filipinas, informa Fides. El misionero del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) p. Sebastiano D'Ambra, que vive en Zamboanga, en la isla de Mindanao, no muy lejos de Jolo, insta a "todos los buenos líderes musulmanes residentes en la isla a encontrar soluciones adecuadas y aislar a aquellos que cometen crímenes en nombre del islam", informa Fides. "En Jolo, ahora muchos viven con miedo, tienen miedo a hablar, miedo de ir a la iglesia, incluso aunque hay militares vigilando frente a la catedral, en el centro de la ciudad", dice el misionero. "Muchos cristianos chinos han abandonado sus hogares y otros cristianos están planeando salir de la isla después de estos acontecimientos: malas noticias para una sociedad como la de Jolo, en el pasado hemos vivido en la armonía islámico-cristiana". El misionero se dirige a todos aquellos que han asistido al centro de diálogo 'Silsilah', fundado por él "porque todos nosotros nos ocupamos de Jolo: ayudamos a construir un futuro de paz en Jolo, donde se respeta a todos y se es libre de rezar siguiendo la propia religión. No permitimos la destrucción de la bondad y la amistad entre musulmanes y cristianos", continúa. El p. D'Ambra denuncia que los elementos radicales también han matado a musulmanes, que calificaban de "infieles" porque defendían el diálogo y la convivencia, y llama a todos a volver a empezar desde la misericordia, central para los cristianos y los musulmanes. "Estoy convencido de que si partimos de aquí, la situación mejorará y Jolo podrá volver a ser de nuevo un buen lugar donde todo el mundo pueda experimentar la armonía", concluye. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com