• El 29 de junio de 2014 se autoproclamó califa (jefe de Estado y monarca absoluto) del Estado Islámico y de todos los musulmanes del mundo, exigiéndoles obediencia.
  • Desde entonces salió a la conquista de las localidades de Siria e Irak para después establecer un califato en todo el mundo árabe e incluso media Europa.
  • Como adherente a una rama radical del islam suní, Abu Bakr al-Baghdadi ha establecido la intolerancia radical en contra de otros grupos religiosos y comunidades como los cristianos, chiítas, yazidíes, turcomanos y mandeos.
  • Todo aquel considerado infiel que no opta por convertirse al islam es presa de ejecuciones sumarias y trata de personas, lo que ha desencadenado un auténtico genocidio de tipo religioso en las zonas bajo su control.
  • Y encima, se le unen otros yihadistas, como los nigerianos de Boko Haram.
  • El verdugo yihadista britanico 'Jihadi John' se disculpa ante su familia por los problemas que les ha generado tras su identificación.
El británico Mohamed Emwazi, cuyo alias de guerra es Jihadi John, encargado de llevar a cabo las ejecuciones del grupo yihadista Estado Islámico, ha sido identificado por  los servicios secretos del Reino Unido. Según informa el diario The Sunday Times el terrorista hizo llegar un mensaje a su familia, que aún reside en el Reino Unido, a través de una tercera persona. En el mensaje, dejaba claro que lamentaba los problemas que la publicación de su identidad ha causado a sus familiares.

Se trata de un ejemplo más del fanatismo islamista que corre por las venas de los miembros del Estado Islámico que, como se sabe, es una secta yihadista que se dedica a conquistar todos los territorios que puede, aunque ha empezado por Irak y Siria.

Ahora bien. ¿Quién es su líder, considerado como el hombre más peligroso del mundo por la revista Time, el sucesor de Osama Bin Laden para el diario francés Le Monde, y por el que el Departamento de Estado de los Estados Unidos ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información viable que lleve a su captura o muerte?

Su nombre es Abu Bakr al-Baghdadi (en la imagen). Nació en 1971, en Samarra, una antigua ciudad de Irak sobre el margen este del río Tigris, en la Gobernación de Saladino. Tiene un doctorado en estudios islámicos por la Universidad de Bagdad, informa Wikipedia.

Empezó a interesarse por la yihad tras la ocupación estadounidense de Irak en 2003. De hecho, ese mismo año se unió a la insurgencia contra la invasión estadounidense (la que derrocó al dictador Saddam Hussein).  

Algunas versiones aseguran que Al Baghdadi comenzó su actividad yihadista mucho antes, durante el Gobierno de Sadam Hussein, mientras otros creen que se radicalizó durante los once meses que estuvo preso en el campo de detención Bucca, controlado por EEUU. Allí estableció relaciones con ex generales del régimen de Saddam Hussein, que dirigen las milicias del Estado Islámico.

Después de ser liberado en 2009, Al Baghdadi se unió al Estado Islámico de Irak. Del 2010 al 2013, el Estado Islámico formó parte de Al Qaeda. Pero la alianza se rompió tras el cuestionamiento a la autoridad del egipcio Aymán al-Zawahirí, el sucesor de Osama Bin Laden.

Después de que el líder anterior, Abu Omar al Baghdadi, fuera asesinado, el 29 de junio de 2014, Abu Bakr al-Baghdadi se autoproclamó califa (jefe de Estado y monarca absoluto) del Estado Islámico y de todos los musulmanes del mundo, exigiéndoles obediencia.

Abu Bakr as-Siddiq y el grupo terrorista del Estado Islámico salieron a la conquista de las localidades de Siria e Irak para después establecer un califato en todo el mundo árabe y con la intención de conquistar media Europa (incluida, por supuesto, la Península Ibérica, antigua Al Andalus). Tomaron Mosul, la segunda ciudad de Irak, y siguieron su imparable avance hacia el sur: cayeron, uno tras otro, los principales enclaves en la ruta hacia Bagdad.

Su primera aparición pública la realizó durante las oraciones del viernes 4 de julio de 2014 en la Gran Mezquita de Mosul según un vídeo colgado en Internet en el que aparece Al-Baghdadi subido a un púlpito.  

Al principio el grupo terrorista estuvo financiado por los reinos de la península arábiga con el fin de enfrentar al régimen de Bashar al-Asad en Siria. Sin embargo, a medida que los militantes de Abu Bakr al-Baghdadi conquistaban territorios en Siria e Irak, empezaron a tener una mayor autonomía con altas posibilidades de autofinanciación, merced a los dividendos obtenidos por medio del tráfico de combustible al controlar de forma directa zonas geográficas ricas en petróleo, el tráfico de antigüedades, así como el dinero en efectivo obtenido de los bancos asaltados en las ciudades y pueblos que caen bajo su control. Además de sus recursos económicos, el Estado Islámico posee un considerable arsenal bélico arrebatado a las fuerzas armadas sirias e iraquíes.

Como adherente a una rama radical del islam suní, Abu Bakr al-Baghdadi ha establecido todos sus decretos en consonancia con dicha ideología.

Un de sus características es la intolerancia radical en contra de otros grupos religiosos y comunidades como los chiítas, yazidíes, turcomanos y mandeos. Pero, sobre todo, persigue a los cristianos. Todo aquel considerado infiel que no opta por convertirse al islam es presa de ejecuciones sumarias y trata de personas, lo que ha desencadenado un auténtico genocidio de tipo religioso en las zonas bajo su control. Sus casas fueron marcadas, sus bienes robados, sus mujeres violadas y sus niños asesinados. Se han denunciado decapitaciones de personas, incluyendo mujeres y niños, que se niegan a la conversión, y la exposición de sus cadáveres en las plazas públicas. Por razones como estas se ha generado un fenómeno de desplazamiento masivo hacia países vecinos, lo que ha desencadenado una grave crisis humanitaria.

Al igual que otros grupos yihadistas, el Estado Islámico hace llamados a sus simpatizantes alrededor del mundo para perpetrar acciones individuales y aisladas tras las líneas enemigas. A raíz de la ofensiva en su contra de los aliados occidentales, se ha hecho un llamamiento público a atentar contra la vida de ciudades de los países que forman parte de esta coalición. De lo que tenemos tristes ejemplos, como el reciente tiroteo en la revista francesa Charlie Hebdo.

Una coalición a la que se ha adherido otro grupo yihadista nigeriano, Boko Haram. Su líder, Abubakr Shekau, anunció la adhesión formal de su grupo al Estado Islámico (EI) y juró lealtad a su califa, Abu Bakr al-Bagdadi, en un video difundido en las redes sociales y que ha sido autentificado por numerosos expertos. "Juramos lealtad al califa de los musulmanes, Abu Bakr al-Bagdadi, y lo vamos a escuchar y a obedecer tanto en tiempos de prosperidad como en tiempos de dificultad", dice Shekau.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com