• De momento, solicitan la delegación del voto a los que no acudan a la asamblea para tener más poder en la asamblea.
  • La junta será el 28 de mayo en Córdoba y es crucial para conocer los planes e intenciones del fondo británico CVC, que ya controla más del 50%.
  • Al colectivo de accionistas le preocupa el futuro del núcleo duro español, la situación de Salazar o la callada por respuesta de la SEPI.

El colectivo de accionistas minoritarios de Deoleo, controlada por el fondo británico CVC, se empieza a movilizar de cara a la próxima junta de la aceitera, que tendrá lugar el 28 de mayo en Córdoba. ¿Cómo?: solicitando la delegación del voto de los accionistas que no puedan acudir físicamente a la asamblea para evitar que su voto -o lo que es lo mismo, su voluntad- se esfume en las nubes. Ese colectivo, que representa al 4,51% del capital (52.079.473 acciones), quiere la nota en la junta de accionistas, lo cual tiene su lógica. No es la primera iniciativa de este tipo. En Ercros, por ejemplo, los accionistas forzaron este año la convocatoria de una junta extraordinaria o en la francesa Renault, los accionistas han maniobrado para que no se aprueben sin más las decisiones del Consejo de Administración o las aspiraciones del Gobierno de Valls para que le aplique la Ley Florange. Hasta ahora, los accionistas minoritarios de Deoleo sólo se han podido expresar a través de su plataforma en Intenet, en la que han formulado no pocas preguntas sobre las intenciones reales del fondo CVC en la mayor aceitera del mundo y marca estratégica española. Esa plataforma en Internet ha servido a ese colectivo para hacer llegar sus quejas, informar a través de las redes sociales y adjuntar informes, propios o ajenos, sobre los interiores de la empresa, que ha cambiado sustancialmente desde que el fondo CVC comprara el 29,9% de la aceitera en manos de Bankia, BME y Dcoop. Después llegaron la maniobras orquestales con la OPA, sobre un precio que provocó la indignación entre los accionistas. CVC quería Deloleo pero muy barata. Tras la oferta, controla el 48,09%, aunque esa participación ha crecido en los últimos meses. En suma, que CVC se ha salido con la suya y ya supera el 50% en la aceitera. Y con ello minimiza el núcleo español, el 21,4%, que controlan Unicaja, Caixabank y Kutxabank. El colectivo explica que todas las solicitudes que obtengan, a través de la delegación del voto, "servirán para intentar hacernos oír aún con más fuerza en la próxima Junta General de Accionistas y así, de paso, mostrar nuestras impresiones en ella e intentar solucionar las cuestiones pendientes". ¿Qué le preocupa, en concreto? En primer lugar, hasta cuando se mantendrá el núcleo de los bancos españoles, o cómo están las acciones de Salazar, antiguos gestores de la sociedad, o los avances que puede haber, si algún día se plasman, para una entrada de la SEPI. Desde Hispanidad, ya lo hemos planteado. En Italia o en Francia, en condiciones similares, no hubiera sucedido lo mismo con productos considerados estratégicos. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, confirmó a principios de marzo que el Gobierno no permanece indiferente ante los pasos dados por CVC y, a preguntas de Hispanidad sobre si el Gobierno tiene prevista alguna acción para fortalecer la presencia española en la aceitera, respondió que esa posibilidad "nunca se ha descartado" y que "sigue ahí". Y justificó la espera para concretar una decisión por el retraso en los trámites asociados a la oferta de compra del fondo británico. "Estamos esperando porque la OPA ha tardado más de lo que esperábamos", dijo. Rafael Esparza