• Un mero apéndice de la matriz italiana ENEL.
  • Pero, en el entretanto, Borja Prado va sacando rendimiento a lo que le queda.
  • Curioso. Endesa y GNF no han pujado fuerte en la subasta de renovables: ACS, por el contrario, se lleva la mitad.
  • En definitiva, las eléctricas se alejan del negocio mientras un cazagangas de la Triple A vuelve al asunto. 
ACS ha ganado por goleada la subasta de fotovoltaicas de este miércoles, quedándose casi con la mitad de la tarta de los 3.000 MW que inicialmente se ponían en juego. Pese al aumento posterior de 1.300 MW adicionales, el apetito de Florentino Pérez en esta cuestión supera con mucho el resultado alcanzado por Endesa, que se ha quedado con unos exiguos 339 MW, o el caso de Gas Natural Fenosa, con 250 MW. Lo que sí es cierto es que el interés de las grandes corporaciones pone en evidencia un cambio de rumbo en la producción energética de este país, dando mayor protagonismo a una tecnología cada vez más competitiva en precio, que permite superar los costes asumidos por otras fuentes alternativas. Si esto se refleja en menores precios de generación de energía para los consumidores, todos habremos ganado, aunque mucho nos cuesta pensar en estos momentos que tal posibilidad ni tan siquiera se pueda plantear. Pero bueno, por ser optimistas antes de vacaciones, nadie nos va a condenar. Este escenario se acompaña además de la publicación de resultados intermedios del primer semestre de 2017, donde Endesa parece haber cumplido sus objetivos estratégicos para este periodo. Gana un total de 653 millones de euros de resultado neto en un escenario cambiante en el mercado eléctrico y pese a las mayores cargas tributarias que ha tenido que soportar. En el fondo, las cifras no son para tirar cohetes y se asemejan en alguna medida a los resultados obtenidos por Gas Natural Fenosa. Una reducción del 18% en comparación con los datos del ejercicio anterior parece ir en línea con el resto de empresas del sector. En todo ello no debemos olvidar el papel desempeñado por la caída en la generación de energía eléctrica con origen en la actividad hidráulica, con una caída superior al 77%. En esto, el clima, o el primo de Rajoy, nos han dado un toque importante, un toque climático y nos han advertido, los dos, incluso su primo, que o mimamos el clima o nos vamos todos a tomar … el sol a otro sitio. Salvando estas cuestiones, Endesa es consciente del aumento de los precios de electricidad en los mercados mayoristas, así como del incremento importante en el impuesto sobre el valor de la producción de energía eléctrica, toda una alegría para Montoro. Para que luego digan que las puertas giratorias son una maldición política y un deseo profesional de cualquier ministro. O mucho nos equivocamos o nuestro Ministro de Hacienda volverá a su cátedra en la Universidad, porque algún hueco en silla de consejo no le vemos, al menos de momento. Cierto es, además, que el coste de las compras de energía se ha disparado un 32,6%, con un incremento por megavatio hora de un 70,4%, superior a los datos del ejercicio anterior. Los consumos de combustibles crecieron de manera importante un 70,4%, dada la necesidad de acudir a la producción térmica, por la escasez relativa de otras fuentes tradicionales. Si desglosamos la cuenta de resultados podemos apreciar que el resultado bruto de explotación (Ebitda) ha ascendido hasta los 1.605 millones de euros, una caída del 14%. La partida de amortizaciones y pérdidas por deterioro ha aumentado en un 4,1% hasta los 704 millones de euros. Gracias a las nuevas estimaciones en la vida útil de activos, modificando las cuotas de amortización anual de instalaciones hidráulicas, eólicas y fotovoltaicas esta partida se ha visto reducida en 38 millones de euros. Desde el ámbito de los ingresos sí se ha producido un importante incremento, con 801 millones más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, un aumento del 10,8% que en modo alguno ha sido capaz de compensar el aumento de costes, lo cual nos parece revelar que complicado será que nos bajen el recibo de luz, más allá de que apaguemos el aire acondicionado, algo que voy a hacer ahora mismo en mi despacho. Es en el área de generación y comercialización donde más se revela una actividad boyante en la generación de ingresos, con un incremento del 12,1%. Y en el fondo la demanda de energía no ha aumentado tanto, tan sólo un 1,1% superior a la del mismo periodo de ejercicio anterior. Si se corrigen los datos por efectos de laboralidad y temperatura, la demanda se ha visto incrementada en un 1,5% en el ámbito peninsular. En este terreno, la deuda financiera neta de Endesa se sitúa en 5.614 millones de euros, un incremento de 676 millones ( 13,7%) respecto a los datos del ejercicio anterior, dato que debe considerar el reparto de dividendos de 741 millones de euros a cuenta del beneficio de 2016. No obstante, problemas de liquidez no tiene, pese a la reducción del 9,9% total respecto al año pasado. En resumen, Endesa se ha convertido en una empresa que languidece tras su vaciamiento, un mero apéndice de la matriz italiana ENEL. Pero, en el entretanto, Borja Prado (en la imagen) mantiene el cargo y va sacando rendimiento a lo que le queda. Y curioso lo que ocurre con la energía en España. Endesa y GNF no han pujado fuerte en la subasta de renovables: ACS, por el contrario, se lleva la mitad. Esto es, las eléctricas se alejan del negocio mientras un cazasubvenciones de la Triple A (ACS, Acciona y Abengoa). Como ACS, al que tanto le costó vender su antiguo parque de renovables, vuelve al asunto y esta vez sin subvenciones a la inversión. Al parecer, las renovables, a pesar de los juicios, no eran tan mal negocio. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com