• Analizará la compra del 42% que Cepsa tiene en Medgaz como hace con "todos los proyectos".
  • Se trata del segundo gasoducto que permite la entrada a España de gas natural procedente de Argelia.
  • En definitiva, hablamos de una infraestructura estratégica para nuestro país.
  • Resultados dispares hasta septiembre: bajan los ingresos (3,5%) y el ebitda (6,1%), pero aumenta el beneficio (1,5%) gracias a las participadas.
  • El futuro pinta bien para Llardén: espera ganar un 1,5% más en 2016, frente al 0,5% previsto.
A ver si nos entendemos. La única empresa española que está presente en el accionariado de Medgaz, el gasoducto que permite la llegada de gas natural directamente a España procedente de Argelia -el otro gasoducto pasa por Marruecos- es Gas Natural Fenosa, que posee un 15% del capital. Los otros dos accionistas son Cepsa, cien por cien propiedad de Ipic, el fondo de Abu Dhabi, y la empresa estatal argelina Sonatrach (43%). Así las cosas, la posible venta por parte de Cepsa de su 42%, no supone una merma de españolidad en Medgaz, pero sí es una gran oportunidad para ampliar la presencia española en esta infraestructura estratégica. Y las dos empresas mejor situadas son Gas Natural Fenosa -posee, además, un derecho de tanteo- y Enagás, en la que la Sepi mantiene un 5% del capital. Pues bien, el presidente de la gasista, Antonio Llardén (en la imagen), ha asegurado este martes, durante la presentación de resultados hasta septiembre, que analizarán la compra del 42% de Medgaz que aún está en manos de Cepsa, tal y como hacen con "todos los proyectos y operaciones" que hay en el sector. A pesar de ser "un activo interesante", la operación, que algunos cifran en 350 ó 500 millones de euros, debería pasar los filtros de rentabilidad y riesgo pertinentes y sin los cuales Enagás "no accede a realizar inversiones". En otras palabras, Llardén considera que Medgaz es un activo como otro cualquiera y seguramente lo sea en términos puramente empresariales, pero no lo es en cuanto a su condición estratégica. Otro gasoducto relevante es el Midcat, que une España y Francia a través de Cataluña. Según Llardén, estará concluido en 2020, según lo previsto. Buenas noticias si con eso logramos exportar gas a Francia o bajar el precio de las importaciones. Además de estas dos infraestructuras, Enagás comenzará la fabricación de la regasificadora de Tenerife antes de fin de año. La última palabra la tendrá el próximo Gobierno, que deberá firmar la autorización administrativa. La compañía invertirá algo más de 300 millones de euros en la planta. De los resultados hasta septiembre, varios apuntes. Lo primero, la bajada del 3,5% de los ingresos, que no lograron superar los 843 millones de euros, y la caída del 6,1% del ebitda, que se situó en los 643 millones. ¿Cómo es posible que el beneficio aumente un 1,5%, hasta los 317,4 millones? Por los dividendos de las sociedades participadas, que se dispararon un 71%, hasta los 46,8 millones de euros, y por el negocio internacional. Por cierto, de los 598 millones de euros invertidos durante este periodo, 423 se han destinado al mercado internacional y 175 millones se han quedado en nuestro país. El futuro pinta bien para Llardén. Tanto, que el beneficio de 2016 será un 1,5% superior al de 2015, en lugar del 0,5% previsto inicialmente. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com