• "Cristo acompaña con su gracia a los esposos que permanecen unidos a él", afirmó el Santo Padre en su cuenta de Twitter, que ya ostenta más de 22 millones de seguidores.
  • En los últimos meses el Pontífice ha abordado en algunas de sus catequesis la belleza del matrimonio cristiano.
  • Francisco ha recordado que "los esposos que se casan en el Señor se transforman así en un signo eficaz del amor de Dios en el mundo".
  • "El mejor modo de mostrar al mundo de hoy la belleza y la bondad del matrimonio es el testimonio de vida de los mismos esposos y de la familia", añade el Papa.
  • El matrimonio "testimonia el coraje de creer en la belleza del acto creador de Dios y de vivir aquel amor que empuja a seguir adelante, siempre más allá".
El Papa Francisco envió este martes un mensaje a los jóvenes a través de su cuenta de Twitter, @Pontifex, para alentarles a no temer al matrimonio y confiar que Cristo acompaña a los esposos. En concreto, el mensaje fue este: "Queridos jóvenes, no tengan miedo del matrimonio: Cristo acompaña con su gracia a los esposos que permanecen unidos a él", afirmó el Santo Padre en su cuenta que ya cuenta con más de 22 millones de seguidores. Como recuerda Aciprensa, en los últimos meses el Pontífice ha abordado en algunas sus catequesis de los miércoles la belleza del matrimonio cristiano y ha explicado la complementariedad entre varón y mujer. "Deben tratarse con respeto y cooperar con amistad. Con estas bases humanas, sostenidas por la gracia de Dios, es posible proyectar la unión matrimonial y familiar para toda la vida", explicó el pasado 15 de abril durante la Audiencia General. Asimismo, el 6 de mayo recordó a los esposos su deber de amar a la esposa "como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella"; y afirmó que el sacramento del matrimonio "es un gran acto de fe y de amor" porque "testimonia el coraje de creer en la belleza del acto creador de Dios y de vivir aquel amor que empuja a seguir adelante siempre más allá". En otra de esas catequesis, indicó: "Queridos hermanos y hermanas: la presencia de Jesús en las bodas de Caná nos revela de modo nuevo la bondad y dignidad del matrimonio a los ojos de Dios". Se trata -ha añadido- de un mensaje cuya vigencia es más actual que nunca, precisamente en estos momentos en que en tantos países aumentan las separaciones y desciende el número de matrimonios. Debemos reflexionar seriamente para comprender por qué los jóvenes de hoy no quieren casarse, a pesar de que casi todos desean una seguridad afectiva estable y un matrimonio sólido. Asimismo, recordó que "junto a otras causas, hay un miedo a equivocarse y fracasar que impide confiar en la gracia que Cristo ha prometido a la unión conyugal. El matrimonio consagrado por Dios protege esa unión entre el hombre y la mujer, que el mismo Dios ha bendecido desde la creación del mundo, y que es fuente de paz y de bien para las personas y para la sociedad". Finalmente, el Papa ha recordado que "los esposos que se casan en el Señor se transforman así en un signo eficaz del amor de Dios en el mundo. El mejor modo de mostrar al mundo de hoy la belleza y la bondad del matrimonio es el testimonio de vida de los mismos esposos y de la familia". El matrimonio  -ha asegurado el Papa en otra ocasión-  es un gran misterio que tiene la gran dignidad de reflejar el amor de Cristo a su Iglesia. Todos los cristianos estamos llamados a amar como Cristo nos amó, pero el marido dice el apóstol Pablo, debe amar a su mujer "como a su propio cuerpo" como Cristo "ama a su Iglesia". Asimismo ha añadido que "esta radicalidad evangélica restablece la reciprocidad originaria de la creación. El sacramento del matrimonio es un acto de fe y de amor, en el que los esposos, mediante su libre consentimiento, realizan su vocación de entregarse sin reservas y sin medida". La Iglesia -ha proseguido- está totalmente implicada en cada matrimonio cristiano: se edifica con sus logros y sufre sus fracasos. Asumamos seriamente la responsabilidad que se desprende de este vínculo indisoluble. "La decisión de 'casarse en el Señor' tiene también una dimensión misionera, pues requiere que los esposos estén dispuestos a ser transmisores de la bendición y de la gracia del Señor para con todos", ha concluido. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com