• Es el lema cifuentino: cristianos, providas, gente probada en el mercado o gente que piense por sí misma: abstenerse.
  • Nueva campaña de Cifuentes: negar que era la vigilanta de la corrupción en el partido. Sí que lo era… y obtuvo gran éxito en la tarea.
  • Se ha rodeado de gente que no ha trabajado en la empresa privada: políticos profesionales… y muy sectarios.
No gustó a Mariano Rajoy la ovación cerrada del aparato madrileño del PP a Esperanza Aguirre. Y es que ahora el presidente trabaja para enaltecer a Cristina Cifuentes (en la imagen) y ésta para enaltecerse a sí misma y sucederle en La Moncloa. Los que aplaudían ya sabían de lo que hablaban. Cifuentes ha aprovechado su elección como presidenta del PP madrileño para degollar a los aguirristas y a los cristianos. No en vano, ella y su hombre de confianza, Ángel Garrido -un 'aparatick' en toda regla, 21 años dedicado a la política tras una cortísima carrera profesional- fueron los abanderados de retirar el adjetivo 'cristiano' en el pasado Congreso Nacional del partido. No es que signifique mucho lo de humanismo cristiano en un partido que hace un lustro se olvidó de lo cristiano y ahora se está olvidando de lo humano pero no dejaba de constituir un símbolo. Cuando Cifuentes ha logrado imponerse como presidenta de Madrid, apoyada por Rajoy, se ha encargado de cortar todas las cabezas aguirristas, mientras prepara el próximo candidato del PP a la alcaldía de Madrid. No sólo eso. Doña Cristina es un poco mentirosa y entonces se ha encargado de repetir que, en contra de lo que asegura Esperanza Aguirre, nunca fue la número tres del PP en Madrid. Asegura que estaba la presidenta, el secretario general y los vicesecretarios. Pero Cristina, princesa, entonces no había vicesecretarios. No, tú eras la número tres, presidenta, a las órdenes directas de un tal Francisco Granados. Pero Cifuentes no sabía nada del hombre de Púnica. De hecho, no se enteran de nada. Allí fue donde también estuvo otro de tus actuales hombres de confianza. González Taboada, otro 'aparatick' que siempre ha estado en la calle Génova y  aledaños. Y durante ese periodo, la encargada de controlar la corrupción en los ayuntamientos (hay untamiento) eras tú Cristina, la misma época en que te recorrías los pueblos de Madrid acompañando a Francisco Granados, ¿no te enterabas de nada? Es igual, ahora Cifuentes es la principal colaboradora de la justicia en sus investigaciones en contra de sus compañeros corruptos. Ojo, y Garrido es lo más potable. Porque otro de los miembros de la ejecutiva de Madrid son Paloma Adrados e Isabel Díaz Ayuso de las que no se conocen otras nóminas que las obtenidas en el PP. La única experiencia de gestión política la aportan Engracia Hidalgo -llamada para ocultar que, con Cifuentes, la Comunidad de Madrid pidió árnica al Estado- y con el laureado alcalde Pedro Rollán. Es el lema cifuentino: cristianos, providas, gente probada en el mercado o gente que piense por sí misma: abstenerse. Lo que le va a Cristina es la ideología de género. Ahora, para terminar de laminar a Aguirre, Cifuentes necesita imponer un candidato al ayuntamiento pero eso lo elige Génova. Eulogio López eulogio@hispanidad.com