Se impone un cambio estructural en el sector financiero. Y es que los bancos han dejado de ser los únicos que prestan dinero y ya no existe el depósito remunerado. ¿Qué camino tomar si añadimos, además, unos tipos de interés estables en mínimos? El de la gestión de activos fuera de balance. El primero que implantó este modelo, y le ha funcionado, fue Caixa. Ahora, la banca-gestora se ha generalizado.

En este contexto es en el que la banca española ganó 12.060 millones de euros en 2017, un 5,3% más que en 2016 sin contar las pérdidas del Popular registradas aquel año. Si las contamos, el aumento del beneficio sería del 51,3%. Son las cifras que ha presentado este jueves el presidente de la patronal bancaria (AEB), José María Roldán que, por cierto, ha sido reelegido para otros cuatro años.

Muchos asuntos en la rueda de prensa, por ejemplo, el Popular. Para Roldán, la resolución del banco y posterior venta al Santander por un euro fue positiva porque permitió mantener la estabilidad del sistema financiero y evitó ayudas públicas.

¿Y qué le parece la opacidad de la JUR y del BCE acerca del proceso? Para Roldán la transparencia plena no existe porque no se puede publicar información que afecte a los intervinientes de la operación.

Bankia. Como contribuyente, el presidente de la AEB ha afirmado que “no es fácil” que el Estado recupere todas las ayudas. Al mismo tiempo, Roldán ha pedido “cierto respeto” al Gobierno en este proceso en el que Bankia ha devuelto 2.800 millones de los 24.000 recibidos.

Vamos con las fusiones bancarias, que no han concluido. Es más, ni siquiera la subida de tipos, esperada para el primer trimestre de 2019, desmotivará a las entidades para buscar ‘matrimonio’. La digitalización o la búsqueda de rentabilidad son dos incentivos que compensarán la subida de tipos.

En cuanto a fusiones transfronterizas, otro tanto. Según Roldán, si no se han producido en diez años significará que no hemos logrado la Unión Bancaria. Se admiten apuestas a que finalmente se cumplirán los peores augurios, esto es, el fracaso de la UB. Mientras tanto, los procesos de fusión se acelerarán en otros países europeos que ni mucho menos han llegado al nivel de consolidación alcanzado en España, según el presidente de la patronal.

Malas noticias para el sector, sobre todo para los empleados: los ajustes de plantillas y oficinas no han concluido. “No podemos descartar que se sigan produciendo”, ha afirmado.

Y para terminar, uno de los retos que afronta Roldán en este nuevo mandato: la fusión con la Ceca, la patronal de las cajas de ahorro. No sucederá inmediatamente pero sucederá. Seguro.