• El  beneficio hasta septiembre cae un 76% (1,58 millones) y aumenta la deuda (253 millones).
  • Por eso empieza a vender activos no productivos o negociar plazos con los bancos.
  • Y a eso se unen sus casus belli en Argentina y Australia y los retrasos en Brasil y Chile.
  • ¿Aumentan las apuestas para que Duro Felguera acabe en manos de TSK?
Los resultados hasta septiembre de Duro Felguera, parecen un calco de los anteriores, con los mismos problemas y con las mismas constantes, lo cual se traslada a la bolsa con igual parsimonia. En otras palabras, la situación en la que parece estar la ingeniería asturiana es una crisis interminable asociada a dos realidades: la dependencia del negocio exterior, que no funciona con el ritmo deseado, y el déficit de gestión en la compañía, que empieza a provocarle problemas de tesorería. De ahí, el mandato del actual presidente, Ángel Antonio del Valle Suárez (en la imagen), para empezar a vender activos no productivos o la negociación con los bancos para afrontar los vencimientos de deuda. Y eso aumenta, a su vez, otra duda: ¿Acabará Duro Felguera en manos de TSK? Son las dos son ingenierías más importantes de Asturias, pero Duro Felguera tiene problemas y TSK es puntera. En cifras, el beneficio neto ha caído un 76%, hasta 1,58 millones de euros. La razón, una vez más, está en la caída de ingresos (481 millones de euros, un 17% menos), al que se suman los problemas que arrastra en Argentina y Australia. En Argentina es la Central Vuelta de Obligado -donde no ha resuelto todavía la reclamación de 150 millones por el coste excesivo- y en Australia, el complejo minero de Roy Hill. La concesionaria, la coreana Samsung C&T, ha ejecutado avales por valor de 88 millones, debido a sus pérdidas. Añadan a eso los retrasos, por falta de licencias, en Brasil (Río Grande) y Chile (Bio Bio). Con todo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) aumentó un 21,1%, hasta 22 millones de euros, pero la deuda financiera ha crecido hasta 253 millones de euros. La cartera de pedidos ha mejorado un 4%, insuficiente, hasta los 2.105 millones. Rafael Esparza