• Es el país de la región al que España más ha ayudado (política y económicamente) y abofetea a la eléctrica de La Caixa.
  • El Gobierno ha desoído las peticiones, durante cinco años, de GNF para cobrar la mora (en buena parte pública).
  • Encima, el presidente Santos intervino la compañía a mediados de noviembre.
  • Se cumple el pronóstico de un consejero: "Ya sabes, primero destrozo la compañía y luego la vendo por dos perras".
El desenlace para Gas Natural Fenosa (GNF) en Colombia no puede ser peor. El Gobierno ha optado por liquidar su filial en ese país, Electricaribe, que ya intervino a mediados de noviembre. Obviamente, la única alternativa para GNF ante tal atrocidad es el recurso ante la Corte de Arbitraje Internacional del Banco Mundial y reclamar al menos los 1.259 millones de mora, en buena parte de las propias autoridades colombianas. Ya ha puesto a trabajar a su equipo jurídico. Gas Natural Fenosa ha contestado con un duro comunicado en el que insta al Gobierno a que deje si efecto la medida, que parte de la Superintendencia de Servicios Públicos, en el que explica, también, que contradice el espíritu de profundización de las relaciones comerciales entre la UE y Colombia y afecta negativamente a los flujos de inversión hacia ese país. La Superintendencia de Servicios Públicos de Colombia ha decidido liquidar porque, a su juicio, la empresa "no está en condiciones de prestar un servicio de energía con la calidad y la continuidad debidas". Ha tenido en cuenta que las inversiones para que eso sea posible asciende a 700 millones de euros (hasta 2024), muy encima de los ingresos y flujo de caja que es capaz de generar. La idea, ahora, es vender Electricaribe a otro operador, mediante una subasta pública, para que preste el servicio en la región de Caribe (2,5 millones de clientes). Se cumple así el peor pronóstico que había imaginado uno de los consejeros de Gas Natural Fenosa: "Ya sabes, primero destrozo la compañía y luego la vendo después por dos perras". Y la decisión sorprende, además, teniendo en cuenta que parte de un país al que ha ayudado singularmente España, en todos los aspectos, tanto política como económicamente. Por su mediación para alcanzar un acuerdo con la guerrilla de las FARC y con su mediación con Europa para los visados, que agradeció personalmente el presidente Santos. El Gobierno colombiano ha desoído, de hecho, durante cinco años, las peticiones de GNF para cobrar los acreedores (privados y públicos) no pagaban. Después, en noviembre, la intervino y ahora, para colmo, ordena su liquidación. Todo eso, después de que la dirección de la eléctrica, con su presidente, Isidro Fainé, se reuniera ayer lunes en Bogotá con los ministros de Energía y de Hacienda colombianos para alcanzar un acuerdo in extremis. Rafael Esparza