• En los campos de trabajo del régimen de Kim Jong-un hay unos 200.000 prisioneros, de los cuales el 10% son cristianos, aunque es difícil precisarlo.
  • Paradójicamente, Pyongyang ve en los cristianos "una amenaza particularmente grave" porque la Iglesia cuestiona el culto a la dinastía gobernante, según la ONU.
  • Corea del Norte, en tono belicoso, dice que tiene preparados cuatro misiles para atacar la isla americana de Guam.
El secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, pidió el pasado miércoles a Corea del Norte que abandone su desarrollo nuclear y le recordó que el poderío militar estadounidense es muy superior al norcoreano. En un comunicado, el jefe del Pentágono reclamó a Pyongyang que cese "toda consideración de acciones que lleven a su final, al de su régimen y a la destrucción de su pueblo". El propio presidente estadounidense, Donald Trump, recordó que el arsenal nuclear de EEUU es "más fuerte que nunca". No obstante, añadió en su cuenta de Twitter: "Esperemos que nunca tengamos que usar este poder". Por su parte, el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que "los estadounidenses pueden dormir tranquilos", ya que nada de lo que ha pasado en las últimas 24 horas indica un "cambio dramático" en la postura militar norcoreana. Según Tillerson, las palabras de Trump eran sólo para enviar un "fuerte mensaje" a Corea del Norte en un lenguaje que Kim Jong-un pueda entender, ya que parece ser que no entiende el lenguaje diplomático. Desde Corea del Norte, el general Kim Rak Gyomm, comandante de la Fuerza Estratégica del Ejército Popular, resaltó que con Donald Trump "parece que el diálogo no es posible" y que "sólo la fuerza absoluta puede funcionar con él". El general añadió que Pyongyang está dispuesto a lanzar misiles con capacidad de sobrevolar Japón y alcanzar el mar a 30 ó 40 kilómetros de la isla de Guam. En concreto, el militar dijo que tienen preparados cuatro misiles para atacar Guam. En ese contexto, hay que recordar que el régimen más duro contra los cristianos es Corea del Norte, definida por AIN como "feroz". Se cree que en los campos de trabajo hay alrededor de 200.000 prisioneros. Entre ellos hay un número elevado (tal vez el 10%, pero no es posible precisarlo) de cristianos, detenidos o encarcelados por haber poseído una Biblia o por haber participado en celebraciones. Hay sacerdotes acusados de subversión y condenados a trabajos forzados por haber ejercido su actividad religiosa; hay mujeres condenadas a muerte por haber puesto en circulación la Sagrada Escritura; a veces, son encerrados también los familiares de los "culpables" porque existe el delito de culpa por asociación, recoge Alianzatex. Pero, paradójicamente, Pyongyang -afirmaba la ONU en un informe de 2014- ve en los cristianos "una amenaza particularmente grave" porque la Iglesia es un lugar de interacción ajeno al Estado y su fe cuestiona el culto a la dinastía gobernante, que comenzó Kim Il-sung en 1948, siguió su hijo Kim Jong-il (1994-2011) y ha llegado hasta su nieto, Kim Jong-un, actual líder supremo. En todo el país hay 30.000 estatuas y retratos gigantes de ellos, y es obligatorio rendirles culto en cada hogar, recoge Religión en Libertad. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com