• Lo grave es que es dinero que la empresa no llegó a pagarles y, como es lógico, no incluyeron cuando devolvieron su indemnización al ser readmitidos.
  • Segrega los equipos comerciales de su centro de Las Mercedes: traslada 192 empleados a San Fernando de Henares y otros 78 a la sede de la multinacional en Madrid situada en Ribera del Loira.
  • Es su estrategia de "divide a los empleados y vencerás", señala Pilar García Torres a Hispanidad.
  • La responsable de Política Industrial y Servicios de CCOO Madrid añade que "tiene toda la pinta" de que se vaya a cumplir la amenaza de cierre en agosto.
  • Conflicto laboral. Buenas sensaciones tras la vista en la AN: "Está jugando con una impunidad que en algún momento se le volverá en contra".
A la vista de las últimas noticias, parece que Coca-Cola la tiene tomada con Madrid. Y es que se atreve a reclamar dinero que debía a los empleados readmitidos en la planta de Fuenlabrada y ha empezado a desmantelar su centro de Las Mercedes. Esta agresividad con la capital no es nueva, a pesar de que es donde hay más consumo de la marca en España, tal y como refirió el presidente del comité de empresa de la planta de Fuenlabrada, Juan Carlos Asenjo. Y es que en un momento del conflicto laboral, Víctor Rufart, ex director general del embotellador español Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) y encargado de la oficina de integración de la 'megaembotelladora' europea, llegó a decir: "O Madrid o mi cabeza". Empecemos por lo que sucede ahora en Fuenlabrada. En concreto, CCIP reclama unos 8.000 euros a cada trabajador readmitido. Una cuantía que la empresa no les pagó y como es lógico, los empleados no incluyeron cuando devolvieron su indemnización al ser readmitidos. Una muestra más de la caradura de Coca-Cola, tristemente. Y todo ello, mientras los 220 trabajadores reincorporados continúan sin tener carga de trabajo y siguen vigilados. Pero no sólo hay problemas en Fuenlabrada, también en otro centro de Casbega (antiguo embotellador de la zona centro antes de la fusión de CCIP), el de Las Mercedes, que también sufre las consecuencias del ERE y del conflicto laboral. Allí, Coca-Cola no dejará ningún empleado: traslada 192 empleados de su red de ventas a San Fernando de Henares y otros 78 a la sede de la multinacional en Madrid, situada en la calle Ribera del Loira. Es su estrategia de "divide a los empleados y vencerás", señala Pilar García Torres a Hispanidad. La responsable de Política Industrial y Servicios de CCOO Madrid añade que "tiene toda la pinta" de que la empresa cumpla la amenaza de cerrarlo en agosto. Además, cuando la fusión de Coca-Cola European Partners (CCEP) esté formalizada habrá que ver qué pasa. Y por último, cabe hablar del conflicto laboral que ya va camino de durar 29 meses. El pasado martes, se celebró una vista en la Audiencia Nacional (AN) y hubo buenas sensaciones para el sindicato, pues los trabajadores demostraron que la empresa no tiene intención de cumplir la sentencia. "Han sido tan descarados que la Audiencia va a tener difícil ir a su favor", afirma Pilar García Torres. "Coca-Cola está jugando con una impunidad que en algún momento se le volverá en contra", añade. A este respecto, sólo cabe esperar a ver cómo actúa la AN. Eso sí, CCOO no descarta tener que recurrir al fraude procesal. Cristina Martín cristina@hispanidad.com