• En su última maniobra de marketing, la marca y el embotellador español invierten 50 millones, casi el ahorro previsto con el cierre de las cuatro plantas (53 millones).
  • "El consumo ha tenido una bajada importante y quieren contrarrestarlo como sea", cuenta Pilar García (CCOO Madrid) a Hispanidad. Mientras, pasan de los trabajadores despedidos.
  • No es la primera vez que intentan lavar su imagen: sus latas volvieron al rojo en marzo y hace un mes anunciaron la reapertura, eso sí, 'tramposa', de la fábrica de Fuenlabrada.
  • Y siguen a lo suyo: "alargan la puesta en marcha de la sentencia" y rompen el contrato con la empresa que hacía el mantenimiento de la depuradora en la planta madrileña.
Un nuevo capítulo del culebrón de Coca-Cola y su mal comportamiento con España, que paradójicamente es una de sus mejores franquicias internacionales y donde campa a sus anchas, pues actúa casi como un monopolio. En esta ocasión, demuestra que está dispuesta a todo para salirse con la suya y ganar el pulso, tras el ERE de su embotellador: cambia su botella de vidrio sólo en España para superar el boicot y subir sus ventas, mostrando de nuevo lo poco que le importan los trabajadores despedidos. Se trata de su última maniobra de marketing, en la cual la 'marca de la felicidad' y Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) han invertido 50 millones de euros. Una cifra que curiosamente está muy cerca de los 53 millones que el embotellador presidido por Sol Daurella preveía ahorrarse con el cierre de las cuatro plantas -Colloto (Asturias), Palma de Mallorca, Alicante y Fuenlabrada (Madrid)-. La nueva botella, convertida en fetiche sexual en sus anuncios, está inspirada en la original de 1915, es más bajita, más ancha, y tiene más capacidad (237 mililitros, en vez de 220 ml). Además es "por y para la hostelería en España", según comentó el director general de Coca-Cola España y Portugal, Jorge Garduño, en su presentación. Y es que en los más de 300.000 bares de nuestro país se consume cerca del 30% de los envases de vidrio que Coca-Cola vende en toda Europa. Por ello, a partir del lunes arrancará una campaña que invita a visitar los bares, el entorno natural de la botella, aludiendo a los buenos momentos que se viven en ellos. ¡Ya saben lo sentimental que es la marca en sus anuncios! Por ejemplo, el de los padres gays o en el que decía que desde siempre era mucho más que un refresco en España. El ejecutivo destacó que el cambio pretende reanimar las ventas y admitió que éstas llevan "cuatro o cinco años" planas en nuestro país por la crisis económica, pero olvidó mencionar el efecto del ERE. "El consumo ha tenido una bajada importante y quieren contrarrestarlo como sea", ha señalado Pilar García Torres a Hispanidad, aprovechando además que "empieza la temporada alta, la de mayor consumo de bebidas refrescantes". La responsable de Política Industrial y Servicios de CCOO Madrid ha añadido que ésta es muy importante en Madrid. Recuerden que Coca Cola perdió la mitad de las ventas en la zona centro por el boicot del ERE (48,6% a 28 de febrero de 2014), según recogía la sentencia de la Audiencia Nacional (AN) de junio del 2014, que declaraba nulo el ERE. Pero no se hagan ilusiones porque aunque logren subir las ventas, no prevén abrir las fábricas cerradas: "las plantas que hay ahora en España tienen la capacidad de producir todas estas nuevas botellas y absorber el crecimiento que está por venir en los próximos años", afirmó Garduño. Además, el ejecutivo mexicano mostró bastante jeta al restar importancia al conflicto diciendo que está "en vías de resolución", pero debería recordar que han pasado 17 meses y tienen tres sentencias judiciales en contra. Conviene destacar que no es la primera vez que Coca-Cola intenta lavar su deteriorada imagen, pues en marzo realizó la mayor campaña de marketing de su historia en España, volviendo a teñir de rojo sus latas. Un lanzamiento en el que se pudo ver la huella del español Marcos de Quinto, director mundial de Marketing y vicepresidente de la marca. Además, intenta lavar su imagen anunciando la reapertura de la fábrica de Fuenlabrada, aunque tramposa. Recuerden que quieren abrirla como centro logístico y no como centro de producción, lo que supondría incumplir las dos sentencias judiciales de la AN y también la del Tribunal Supremo. Al hilo de esto, Pilar García señala que la semana pasada, CCIP citó a los representantes de los trabajadores a una reunión, para explicarles el plan industrial que tenían para la planta fuenlabreña. Pero cuando éstos llegaron al hotel donde iba a tener lugar la cita no les dejaron pasar. Así, "alargan la puesta en marcha de la sentencia". Y por si esto fuera poco, el embotellador rompió el contrato con la empresa que hacía el mantenimiento de la depuradora en la planta madrileña, por lo que CCOO alertó de un posible peligro sanitario y medioambiental. Paradójicamente, un día después, la Consejería de Medio Ambiente hizo una inspección, pero optó por filtrar a la prensa el acta, pero no trasladó al sindicato los resultados de la visita. Paralelamente, parece que para dar más morbo, Coca-Cola es una de las empresas que más ha disparado su reputación. En concreto, ha subido 25 puestos hasta el 33, en el ranking del Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (MERCO). Y en esta lista ha habido otra sorpresa a destacar: la del Grupo Damm asciende 41 puestos y eso a pesar de la apertura de juicio contra su presidente, Demetrio Carceller Arce, y su padre. Cristina Martín cristina@hispanidad.com