• Declara inconstitucional la ley de Peña Nieto que establecía la tarifa cero de interconexión.
  • La sentencia es un jarro de agua para la competencia en el sector, con un operador dominante, América Móvil (65% de cuota).
  • Telefónica y AT&T se libran de los pagos con carácter retroactivo a Slim pero tendrán que afrontarlos a partir de 2018.
El Tribunal Supremo de México ha declarado inconstitucional el artículo de la Ley de Telecomunicaciones, que establecía la tarifa cero de interconexión, o lo que es lo mismo que América Móvil cobrará a sus rivales (Telefónica y la americana AT&T) por la conexión de las llamadas de clientes de otras compañías a su red. Esa tarifa era clave, dentro de la reforma emprendida por Peña Nieto, para favorecer una mayor competencia en el mercado de telecos y como mecanismo para atraer las inversiones extranjeras en el país. De hecho, el mercado mexicano de telecos tiene un claro operador dominante, América Móvil, con el 65% de cuota. La reforma, sin embargo, chocó desde el principio con los intereses de Carlos Slim, el propietario de la operadora, que la consideró contraria a la libertad de comercio y por eso la recurrió. La sentencia, por tanto, favorece al magnate mexicano, al mismo tiempo que supone un contratiempo, no sólo para Peña Nieto; también para Telefónica y la americana AT&T. En concreto, el Supremo sostiene que es el regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el que debe determinar la tarifa que podrá cobrar América Móvil por la interconexión a partir de enero de 2018. De momento, de lo que sí se han librado Telefónica y AT&T es de tener que pagar esa tarifa con carácter retroactivo desde 2014, cuando se puso en marcha Ley de Telecomunicaciones, pero han alertado, en paralelo, de las "serias consecuencias" que tendrá el cambio de reglas. Telefónica ha señalado en un comunicado que el regulador "debe encontrar la forma de asegurar la máxima asimetría posible" para garantizar una competencia real. AT&T, por su parte, hace constar que invirtió en México por un nuevo marco legal y dos años después sigue enfrentándose a un juego desigual con una operadora claramente dominante. Rafael Esparza