• Como el resto del sector, la entidad se lanza a la gestión de activos.
  • Aunque, de momento, las comisiones sólo suben un 2,2%.
  • Y la morosidad sigue muy alta (11,8%).
Las cuentas de los nueve primeros meses del año que ha publicado Cajamar este miércoles nos muestran que a la entidad le está costando mucho abandonar el resultado por operaciones financieras (ROF) o, lo que es lo mismo, el recurso a la bicicleta financiera. Así, a pesar de bajar un 21,5% (27,6 millones de euros en cifras absolutas), el ROF ha sumado 101 millones de euros, frente a los 421,8 millones procedentes del margen de intereses. Por cierto, un margen de intereses que sólo ha crecido un 0,4% desde septiembre de 2016. Pero no es un problema exclusivo de Cajamar sino de todo el sector. Y como el resto de entidades, el grupo cooperativo se ha lanzado también a la gestión de activos. Y lo ha hecho con unos buenos resultados: los recursos fuera de balance han aumentado un 28,9%, hasta los 3.881 millones de euros, gracias a los fondos de inversión ( 69,1%), a los seguros ( 7,3%) y los planes de pensiones ( 3,3%). Eso sí, de momento, ese crecimiento no se ha visto reflejado del todo en las comisiones totales, que sólo crecen un 2,2%. En cualquier caso, el mayor reto que afronta el grupo cooperativo es el de la morosidad, que continúa en niveles preocupantes (11,8%), y eso a pesar de bajar un 1,97% desde septiembre de 2016. Al cierre de septiembre, Cajamar contaba con 5.712 empleados, el 5,9% menos que en septiembre de 2016 (356 trabajadores menos) y con 1.077 oficias, después de cerrar 130 a lo largo de los últimos doce meses, el 10,8%. Todo esto en el marco de la reforma de las cooperativas de crédito impulsada por el Gobierno. Con ella, el ministro Luis de Guindos finiquita lo que quedaba del espíritu de las cajas. Además, al final habrá menos cajas y más grandes. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com