• Es decir, no mantendrá el nombre de los SIP.
  • Evidentemente, 'Barclays' no seguirá, pero le pueden colocar una marca local a las oficinas que el banco tiene en las distintas regiones.
  • En definitiva, Caixabank apuesta por el negocio bancario doméstico… y local.
Un ejemplo: en el año 2002, Banco de Valencia absorbió el Banco de Murcia. Por aquel entonces, la entidad murciana tenía unas 80 oficinas, casi todas ellas en la región del mismo nombre, aunque también tenía sucursales en Alicante, Almería y Valencia. Once años después, en 2013, Banco de Valencia fue absorbido por Caixabank. ¿Qué hizo entonces la entidad catalana? Recuperó la marca 'Banco de Murcia' en todas las oficinas de aquella región. Es más, puso ese mismo cartel en las sucursales que tenía Banco de Valencia en Murcia. Si eso lo hizo con una marca que llevaba once años 'olvidada', cómo no lo iba a hacer con las cajas de ahorros, existentes hasta hace poco. Ojo, hablamos de las marcas de las cajas de ahorros, no de los SIP (Sistema Institucional de Protección). Como recordarán, el primero fue el que formaron Caja Navarra (CAN), Caja Canarias, Caja de Burgos y Cajasol, en 2010, y que se llamó Banca Cívica. Pues bien, en 2012, Caixabank adquirió Cívica y recuperó las marcas de las antiguas cajas en sus lugares de origen. Evidentemente, la entidad que preside Isidro Fainé no mantendrá el nombre 'Barclays', pero sí renombrará las oficinas que el banco británico tenía en las distintas regiones. Por ejemplo, las sucursales de Barclays en Murcia podrían cambiar el cartel al de Banco de Murcia. Pero, ¿cómo dejar constancia, el mismo tiempo, de que la entidad es de Caixabank? Con la inclusión en los rótulos de la característica estrella de Miró, con la que el banco catalán ha encontrado la formula mágica para expandir su presencia en España y, al mismo tiempo, respetar el nombre de las entidades locales. En definitiva, lo que hace Caixabank es apostar por el negocio bancario doméstico… y local. Una estrategia muy distinta, por ejemplo, a la del Santander, que lo primero que hace es cambiar el cartel, o a la del BBVA, que no recuperó los nombres de las cajas de Sabadell, Terrasa y Manlleu cuando suprimió la marca Unnim. Pero cuidado, porque el banco que preside Francisco González ha decidido cambiar de estrategia con Catalunya Caixa. En otras palabras, mantendrá la marca de la entidad catalana y su color corporativo, el naranja. FG se ha convencido de que la marca CX tiene un gran peso en Cataluña y prescindir de ella podría echar por la borda el esfuerzo realizado. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com