• El futuro de Fainé: "Yo quiero irme a casa". Es cierto, pero no se irá. Quiere mantener su OBS.
  • La banca europea se islamiza: ya no existe el depósito plazo: sólo fondos y seguros.
  • Es decir, se vive de la comisión, no del interés.
  • Es el cansancio de los banqueros ante la ausencia de negocio.
  • A La Caixa no le interesa el Popular pero observa a Liberbank.
  • Crece el 10% y en fondos más del 74% y del 19% en seguros y fondos.
  • Y el cambio no está en la digitalización; eso sólo es un instrumento, sino en la banca móvil, más bien banca a distancia.
  • OBS. Principio y fin de la vida en Caixa: niños pobres y moribundos.
A Isidro Fainé (en la imagen) se le escapó la frase en la presentación de los resultados Caixabank 2015. Como en un suspiro: "La regulación que no cesa". Con la crisis bancaria de 2008, en todo el planeta se impuso la norma de que si legislabas sobre banca los bancos no quebrarían. Valiente chorrada. La excesiva regulación posterior lo único que ha hecho es poner a la banca al borde del abismo porque el negocio bancario ha dejado de ser negocio. Es más, la banca en Occidente se ha islamizado. Es decir, ya no vive del interés (de la usura) pero sí de las comisiones (que pueden ser tan usurarias como cualquier crédito y que encima no tiene riesgo para el broker). Por eso, cuando se le pregunta a Fainé qué elegirá (tiene hasta junio), si quedarse en Caixabank o en Fundación Bancaria Caixa responde: "Yo lo que quiero es irme a mi casa". Y no lo dice en broma pero no lo hará porque lo que a él le encanta es llevar adelante la mayor Obra Benéfico Social (OBS de España, 500 millones de euros de presupuesto anual) y el grupo industrial, ahora que el sistema financiero internacional (Nuevo Orden Mundial) odia la banca industrial y odia, ante todo, el invento católico de las cajas de ahorros, que no daban dividendo sino OBS. Y hasta podía elegir el banco, mientras controla la OBS. Fusiones: ni Popular (eso ya pasó, a La Caixa no le interesa ya el Popu), ni Ibercaja ni Bankia. Caixabank está pensando en Liberbank, presente en el oeste y noroeste de España, donde no tiene acceso. En cualquier caso, Caixa ha encontrado su estrategia. El Ceo Gortázar asegura que la gente se está marchando de los depósitos a los fondos. No, Gonzalo, no se está marchando, se está yendo. Vivís de las comisiones, casi el 100 por 100 de fondos de inversión, de los seguros y de los planes de pensiones. Y así no corréis riesgos, claro está. Pero a La Caixa le funciona. Paga una de cada cuatro nóminas en España y posee el 23% de los fondos. Un éxito, sin duda, y con menos riesgo. Puede mantenerse el esquema durante mucho tiempo. Eso es lo bueno, que parece que sí, al menos mientras los fondos logren una rentabilidad lógica. Y lo que tiene más mérito: al ser una sociedad anónima ofrece dividendo a los accionistas y, además, mantiene una OBS cuyo 67% (de los 500 millones de euros) se dedica a obra asistencial, el resto a cultura. La Caixa cuida especialmente del comienzo y el final de la vida. De los niños sin posibles y de los ancianos terminales. ¿Qué banco hace eso o algo parecido? Todo ello con 32.000 empleados y 5.200 oficinas, algo que no ha logrado gestionar ningún otro banco. Que dure muchos años Isidro Fainé. No estoy dispuesto a juzgarle con los mismos parámetros de solvencia y rentabilidad que al resto. Eulogio López eulogio@hispanidad.com