En la última campaña de la Renta (relativa al ejercicio 2016), ha caído un 5,5% el número de españoles que marcó la casilla de la X de la Iglesia católica. Es decir, se ha pasado de 9 millones de contribuyentes que destinaron el 0,7% de sus impuestos a la Iglesia a 8,5 millones, una cifra que es inferior al número de católicos practicantes. Lo cual es llamativo. 

Este descenso de cerca de 500.000 contribuyentes (al tener en cuenta que muchas declaraciones son conjuntas) supone que por primera vez en nueve años, el porcentaje de asignación se colocó por debajo del 34% (en el 33,54%). En total, el número de declaraciones con la X marcada fue de 7,11 millones de declaraciones (-234.768). 

Sin embargo, la recaudación ha aumentado, pues los contribuyentes destinaron 256,21 millones de euros a la Iglesia, siete millones más que el año anterior (+2,83%) y un récord desde que se puso en marcha la Asignación Tributaria en 2007.

Estas son las cifras que ha dado a conocer la Conferencia Episcopal Española (CEE) este martes. “No estamos contentos, ni satisfechos con estos datos. Tenemos que conocer qué estamos haciendo mal para hacerlo bien. Es necesario además hacer un esfuerzo por explicar mejor la labor que realiza la Iglesia”, ha señalado Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE. Además, hay que “dar a conocer aún más este mecanismo que permite a los ciudadanos decidir sobre el destino de una pequeña parte de sus impuestos”, ha añadido. Y explicarles que, además, no pagan más impustos por ello

Para Giménez Barriocanal, entre las posibles causas de la bajada de asignaciones, ha hablado de "que hay algún motivo conjunto del descenso, probablemente por las nuevas maneras de declarar" porque el descenso de declaraciones con la X de la Iglesia ha sido idéntico al que ha tenido la casilla de fines sociales. Además, ha explicado que la mayor recaudación se debe a que ha aumentado el número de declaraciones de contribuyentes de los tramos más altos, es decir, con rentas superiores a los 30.000 euros brutos anuales.