• La premier británica busca en Japón las oportunidades que se le escapan en Europa. Las empresas están nerviosas.
  • Las negociaciones con la UE, mientras tanto, parecen más recriminaciones mutuas que negociaciones.
  • May contesta a los rumores sobre su marcha y asegura que no tirará la toalla hasta 2022.
La premier británica, Theresa May (en la imagen), busca en Japón las oportunidades comerciales y de cooperación, pensando en el futuro del Reino Unido tras el Brexit. May ha enfatizado, no obstante, en los lazos en materia de Defensa. En Europa, en paralelo, la última reunión negociadora entre representantes de la UE y del Reino Unido se celebró el pasado miércoles, con el intercambio de recriminaciones recíprocas por la falta de progresos. Davis y Barnier no están lo que se dice contentos. A pesar de los escasos avances y las críticas que acumula, May insiste en que seguirá, que está en el cargo "para el largo plazo" (ha declarado a la BBC). Y es que son muchos los rumores en el país sobre su posible renuncia en 2019, fecha prevista para la salida del Reino Unido de la UE. Seguirá al frente del Partido Conservador hasta las legislativas británicas de 2022, ha asegurado. May se ha desplazado con el ministro nipón de Defensa, Itsunori Onodera, a la base militar americana de Yokosuka, la mayor en la zona. Es una muestra, ha señalado, de la cooperación militar entre los dos países, que "se fortalece aún más". La visita de May, de tres días, arrancó con un encuentro con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en un momento de tensión por la provocación de Corea del Norte. El plato fuerte, este jueves, es su participación en un foro con empresas de los dos países, Japón y Reino Unido, tanto para preparar el terreno tras el Brexit como para calmar la inquietud de la compañías británicas. Rafael Esparza