• El presidente, cada vez más debilitado, quería contener las violentas protestas con soldados.
  • Para los legisladores de la oposición, la medida es inconcebible, totalmente desproporcionada.
  • La crisis no se detiene contra un Gobierno plagado de escándalos.
El presidente de Brasil, Michel Temer, retiró a las tropas federales de las calles de la capital del país, un día después de desplegarlas para contener violentas protestas contra su Gobierno plagado de escándalos, informa Reuters. El ministro de Defensa, Raúl Jungmann, anunció que Temer revocó la decisión de desplegar tropas, 17 horas después de haberlo decretado. Para el mediodía, tras su anuncio, los militares ya se había marchado de las calles. Jungmann aseguró que la policía brasileña se vio sobrepasada por las decenas de miles de manifestantes que se reunieron para pedir también el fin de las impopulares reformas laboral y del sistema de pensiones que lleva adelante Temer. La decisión de Temer de enviar soldados a Brasilia provocó una ola de críticas en un país con duros recuerdos de la dictadura militar de 1964-1985. Y dio la impresión de que el mandatario había perdido el control de las calles, asediado junto a su gobierno por nuevas acusaciones de corrupción. "Fue una decisión inconcebible, totalmente desproporcionada respecto a la situación", dijo el legislador opositor Alessandro Molon a periodistas en la capital. "Muestra a un Gobierno frágil cuyos días están contados", resaltó. El caos ha debilitado la posición política de Temer en el Congreso, hasta el punto de que líderes de su partido dicen que las necesarias reformas para restablecer la confianza y las inversiones en la estancada economía podrían retrasarse. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com