• El cabecilla de la trama de petrolera estatal, Alberto Yousseff, dice que el anterior Gobierno y el actual sabían lo que estaba pasando.
  • Y lo que estaba pasando es que había una gigantesca trama de sobornos y lavado dinero en torno a la petrolera.
  • Aunque Yousseff ha negado que la campaña electoral de la presidenta en 2010 se financiase con dinero sucio.
  • Pero no deja de ser un nuevo palo a su Gobierno, a su partido y a su ya debilitada credibilidad.
El escándalo Petrobras en Brasil no sólo no decrece sino que va en aumento. Lo último es que uno de los cabecillas de la trama corrupta que se forjó en la compañía petrolera en los últimos años, el banquero Alberto Yousseff, ha dicho que tanto el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como la actual presidenta Dilma Rousseff sabían lo que estaba pasando dentro de la estatal, informa Europa Press. Y lo que estaba pasando era una gigantesca trama de sobornos y lavado dinero en torno a la petrolera estatal. Es decir, el pago de sobornos a ejecutivos de Petrobras por parte de proveedores de servicios y constructoras. Según la Fiscalía, parte de los fondos millonarios se la quedaban los ejecutivos de la petrolera estatal y el resto se repartía entre decenas de políticos que amparaban las corruptelas. Yousseff lo ha dicho en declaraciones ante la comisión parlamentaria que investiga la Operación Lava Jato en Curitiba: "Lo confirmo y digo que eso está en mi entendimiento". Y ha añadido que el dinero que se sacaba del esquema servía a los intereses del partido, "automáticamente a los partidos de la base aliada". Las formaciones más afectadas por el escándalo son el propio Partido de los Trabajadores (PT) que está en el Gobierno y su aliado el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB). De este último partido provienen otras dos figuras importantes de la política brasileña que también están manchadas, según Yousseff: el presidente del Senado, Renan Calheiros; y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha. Aunque Yousseff ha responsabilizado a Lula y Dilma de estar al tanto del escándalo, ha negado que la campaña electoral de la presidenta en 2010 se financiase con dinero sucio, como sostiene el exdirector de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa, otro de los principales delatores del caso. En cualquier caso, sus palabras no disipan las dudas sobre la financiación de la campaña de Dilma, el punto más delicado por ser el que afecta más directamente a la presidenta. Y no deja de ser un nuevo palo a su ya debilitada credibilidad... Yousseff y Costa son los dos principales delatores de la Operación Lava Jato. Con sus revelaciones han puesto del revés el mapa político brasileño, después de que acusaran a 28 políticos de prácticamente todos los partidos -especialmente del Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados- de formar parte del esquema. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com