• El ministro Schäuble, muy crítico con la política monetaria de Draghi, no comparte el recurso del Tribunal Constitucional alemán.
  • El BCE insiste: no se extralimita de sus funciones con compra de activos pero toma nota de la decisión del TC germano.
  • La guerra es entre Draghi y el Bundesbank, que se niega a que el banco central inspeccione el 75 de su sistema financiero.
El Tribunal Constitucional alemán va por un lado, y el Gobierno, por otro. El primero ha decidido recurrir al Tribunal de Justicia de la UE contra el programa de compra de deuda del BCE -también alemana, dicho sea todo-, que inició en marzo de 2015 (60.000 millones mensuales entre deuda pública y privada, ampliados después a 80.000 millones). El Gobierno, sin embargo, como ha señalado su poderoso ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, no comparte ese recurso, como informa Hansdelsblatt. Otra cosa son los roces en choque entre el Draghi y el Gobierno alemán, muy crítico con su política monetaria, especialmente por los tipos de interés (en mínimos históricos) para financiar el déficit de los países gastadores en detrimento de los ahorradores alemanes. Berlín espera que esa política acabe pronto. El enfrentamiento está, más bien, en el control del 75% del sistema financiero germano que escapa de la supervisión del BCE. Deutsche Bank y Commerzbank, que sí son inspeccionados por las autoridades europeas, solo suponen un 25% el sector. El resto de entidades se reparte entre bancos cooperativos, mutualidades (pocas, en los dos casos), cajas de ahorro (un 37%), con propiedad pública, y sobre todo, los landersbank, los bancos regionales de los Estados federados. Esos landersbank tienen, además, participaciones industriales en las empresas de esos mismos Estados (Baja Sajonia tiene el 20% de Volkswagen, por ejemplo). Representan en su conjunto más masa de lo que supervisa el BCE en el conjunto europeo. Y esa es la prenda que el Bundesbank no quiere soltar. Considera, como el Gobierno, que el país ya cedió bastante dejando en manos del BCE su política monetaria tras la introducción del euro, a donde se remontan todas las discrepancias. La reacción del BCE al recurso de del Tribunal Constitucional se ajusta al guión. Sostiene, como es lógico, que sus programas de compra de deuda pública y privada se ajustan a sus competencias monetarias, en contra de las dudas que abre el recurso, aunque "toma nota de la decisión". El recurso considera que el BCE, con esas herramientas, interviene directamente en la política monetaria de los países, lo que vulnera los tratados europeos, y si es así también la Constitucional alemana. Todo arranca de dos demandas presentadas por dos políticos alemanes de la derecha, en 2015, que han provocado ya dos recursos del TC alemán. El primero, contra el programa OMT (compra de deuda a cambio de reformas), ya fue declarado legal por el tribunal europeo. Rafael Esparza