• Y ahora la toma con Sáenz de Tejada, que todavía habla de rentabilidad por oficina. ¡Qué antiguo!
  • El presidente del banco azul quiere entrar en el sector de los fondos.
  • En la propia página de la entidad, Carmen Álvarez reconoce que los fondos compiten con ventaja por su escasa regulación.
  • Además, con la banca en la sombra nunca se pierde. Con la banca tradicional, sí.
  • Aunque, naturalmente, la banca tradicional cumple un importante papel social.
  • Ventajas de la banca en la sombra sobre los bancos: no hay regulación, no se puede perder y no hay compromiso con el cliente.
Antes de entrar en el asunto de la banca en la sombra, un inciso. Tras el baño global y digital del pasado jueves, el presidente del BBVA, Francisco González (en la imagen), la ha tomado con Jaime Sáenz de Tejada, a la sazón, director financiero de la entidad. Como adelantó Hispanidad el viernes, fue el único que habló de banca, concretamente, de rentabilidad por oficina. Y a FG no le gustó nada. Se lo tomó como una traición y le sentó como un jarro de agua fría. Cómo ha sido capaz de hablar de algo tan antiguo en este evento de exaltación digital, en el que estamos explicando la estrategia -digital, por supuesto- del banco para los próximos años. Ahora sí, vamos con la banca en la sombra, a la que FG se ha lanzado con la creación de BBVA Capital Privado 2016, entidad que ya ha registrado en la CNMV. Se trata de un fondo de fondos que invertirá un mínimo de 50 millones de euros. Asimismo, para poder participar se exige un mínimo de 100.000 euros. En la propia página del banco, Carmen Álvarez reconoce que los fondos compiten con ventaja por su escasa regulación. Además -esto no lo dice ella, lo decimos nosotros- con la banca en la sombra nunca se pierde. El que pierde es el cliente. El fondo, el banco o el gestor del fondo, siempre cobra la comisión. Con la banca tradicional, sin embargo, las entidades sí pueden perder, y de hecho lo hacen. Y más aún con unos tipos de interés en mínimos históricos. Por eso, en los últimos ejercicios, los bancos han aumentado las operaciones fuera de balance, esto es, las que provienen de la banca en la sombra. Hay que buscar ingresos donde sea. Ahora bien, la banca tradicional cumple un papel social importante. Algunos recordarán cómo hace años -no tantos- se hablaba del sistema de pagos del país. Y es así. Los bancos permiten el pago de los recibos, comprar, sacar dinero de los cajeros, etc. Los fondos, no. En definitiva, la banca en la sombra tiene tres ventajas sobre la banca tradicional: no tiene regulación -no se le exige un mínimo de recursos propios, por ejemplo-, no se puede perder y no supone ningún compromiso con el cliente. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com