• Y después de cargarse a Credit Agricole.
  • Y de mentir a la CNMV con su participación: dijo que tenía el 16% cuando en realidad era el 24%.
  • Mucho cuidado con el exceso de regulación: "se coartan los grados de libertad para actuar", asegura Dancausa.
María Dolores Dancausa (en la imagen) está orgullosa de Bankinter y es normal: el banco logró un beneficio récord en 2016 y el resultado del primer trimestre, que presentará el jueves 27, será "bueno". Así lo ha reconocido este miércoles durante el XXIV Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte y el ABC. Durante su intervención, la Ceo de Bankinter ha querido resaltar algo inusual en estos foros: la estabilidad accionarial del banco que aporta eso mismo que están pensando: estabilidad. Y más de uno dirá: claro, como que manda Jaime Botín. Y tiene toda la razón. Como recordarán, Crédit Agricole entró en Bankinter en 2007 con la compra del 4,5% del capital que luego amplió hasta el 19,5% de las acciones. El objetivo, controlar la entidad. Pero el Banco de España lo impidió y Crédit Agricole decidió irse por donde había venido: en septiembre de 2013 vendió el 7,6% que aún le quedaba y Jaime Botín durmió tranquilo. Ahora bien, el dueño de Bankinter llevaba años ocultando su verdadera participación en el banco, una circunstancia que molesta especialmente a la CNMV. En realidad, no era del 16% sino de algo más del 24%. La diferencia es abismal porque con un 16% estaba en inferioridad respecto a los franceses, pero con un 24% mantenía el control del banco. En cualquier caso, el supervisor, a través del Ministerio de Economía, le multó con 500.000 euros. Había cometido una infracción "muy grave", según los parámetros de la CNMV. Un último apunte. Si Dancausa está orgullosa de Bankinter, no lo está del exceso de regulación. Según la Ceo de Bankinter, la regulación es necesaria en el sector financiero, pero mucho cuidado, porque si se exagera y se abusa de ella, el resultado es "claramente pernicioso". "Si al final la regulación, como está empezando a pasar, nos acaba marcando paso por paso lo que tenemos que hacer, los productos que tenemos que vender, lo que tenemos que pagar, cómo hay que pagarlo y a quién hay que pagarlo y en qué forma, con esto se coartan los grados de libertad para actuar", ha asegurado. Y eso ocurre en todos los ámbitos de la vida. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com