• El Gobernador se rebela contra Bruselas y contra Guindos por el Popular.
  • Considera que el Banco Popular nunca debió malvenderse.
  • Y que los reguladores europeos (sobre todo Danièle Nouy y Elke König) toman al Banco de España por el pito del sereno.
  • La actitud del Gobierno Rajoy es otra: si me orinan digo que llueve.
Hay que esconder el ridículo que España ha hecho con el Banco Popular. Ayer miércoles, nuevamente en el Congreso, Luis María Linde se distanció de la merienda de negros de la liquidación del Popu y el inmediato regalo al Santander. Pero como lo políticamente correcto no es eso, casi todos los medios, no los especializados, se conformaron con la tontuna de que "por primera vez, el gobernador del Banco de España admite errores" durante la crisis bancaria. En primer lugar, los ha admitido muchas veces, entre otras cosas porque a él le tocan los coletazos finales. En segundo lugar, la noticia estaba en que, por segunda vez, y en sede parlamentaria, Linde se desmarca, no sólo del inoperante Gobierno española, sino de las instituciones europeas. Pro eso, por una vez y sin que sirva de precedente, hay que felicitar al diario Expansión, que algo tuvo que ver con el acoso al Popular, por su titular de la edición del jueves: "El Banco de España pactará con el BCE para explicar la crisis del Popular". Se lo traduzco: Linde no te pases, la merienda de negros del Popu se hizo desde Bruselas y Francfort, y tú, nuestro delegado en Madrid, no tienes que criticarnos. Porque, en efecto, hay dos mujeres en Europa que han tomado al Banco de España y al Gobierno español por el pito del sereno. Hablamos de Danièle Nouy (jefa de supervisión del BCE) y de Elke König, de la Junta Única de Resolución (JUR). Pero no acaba ahí la cosa. Linde se siente traicionado por el socialista Fernando Restoy (ambos en la imagen, Linde a la izquierda, Restoy a la derecha) su subgobernador, que es quien nombra al desastroso Emilio Saracho, el hombre que le da la puntilla la Popular. Y lo hace a espaldas de Linde… justo antes de irse a Basilea, al Banco de Pagos Internacionales (BIS). En resumen, el Gobernador se rebela contra Bruselas y contra Guindos por el Popular. Nadie le sacará de esta conclusión, bastante lógica por cierto: el Banco Popular nunca debió malvenderse. Luis de Guindos y el Gobierno Rajoy han adoptado otra actitud: si me orinan digo que llueve. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com