• Los organizadores de la huelga exigen al Gobierno que alivie la presión impositiva ante la caída del poder adquisitivo como resultado de una inflación galopante.
  • La medida de fuerza, la segunda desde marzo, afectó principalmente al transporte público de pasajeros y de cargas, al transporte aéreo, hospitales, gasolineras y puertos.
  • Y mientras, la presidenta Fernández asegura que la pobreza en el país es menor al 5%.
Los principales sindicatos opositores de Argentina realizaban este martes una huelga general para exigir mejoras salariales y una rebaja en el impuesto que grava los sueldos, en medio de una economía que se encuentra estancada cuatro meses antes de las elecciones presidenciales, informa Reuters. Los organizadores dicen que la huelga es principalmente para exigir al Gobierno que alivie la presión impositiva ante la caída del poder adquisitivo como resultado de una inflación galopante. También se reclama aumento salarial y que las negociaciones por estos incrementos no tengan techo. La medida de fuerza, la segunda desde marzo, afectaba principalmente al transporte público de pasajeros y de cargas, al transporte aéreo, hospitales, gasolineras y puertos. "Es una jornada más que seguramente va a quedar en la historia, una jornada con adhesión muy importante, el paro (huelga) ha sido muy importante, lo que demuestra la disconformidad con la política en contra de los trabajadores", dijo en conferencia de prensa Hugo Moyano, secretario general de la central obrera disidente. El gremialista Pablo Micheli agregó que "si esto no se revierte, va a haber más paro (huelga) y más lucha. Se necesita voluntad de cambio (del Gobierno)". Por su parte, el Gobierno le quitó importancia a la huelga. Los gremialistas ponen "palos en la rueda (...) fue un paro de transporte de cargas y pasajeros con algún impacto en otros sectores", dijo Carlos Tomada, ministro de Trabajo, en declaraciones a un canal de noticias. El funcionario minimizó el impacto de la protesta a un 20 por ciento de los trabajadores, incluido el perjuicio para quienes quisieron acudir a sus puestos laborales pero no lo pudieron hacer por la ausencia de transporte. Y esto ocurría mientras la presidenta Cristina Fernández aseguraba que la pobreza en el país es menor del 5%, frente al 25% que confirman los estudios. Lo decíamos ayer martes: la 'kirchnerista' sufre un ataque de irrealidad. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com