• La participación de la familia mallorquina apenas supera ya el 10% del grupo tras el 'choque' por pedir el relevo.
  • Corporación Alba se va pasito a pasito, con ventas muy pequeñas, pero ininterrumpidas: ya van once en los últimos meses.
  • Y Fernández Verdes, mientras, aguanta para ser el Ceo en 2016, pero junto a un presidente con todos los poderes ejecutivos.
Una cosa es que es que Marcelino Fernández Verdes sea el candidato ideal para suceder a Florentino Pérez al frente de ACS -méritos no le faltan- y otra que el presidente del grupo dé algún paso en ese sentido. Teóricamente será consejero delegado a partir del año que viene, pero Florentino seguirá con poderes ejecutivos. O sea, poca cosa en la sucesión del trono. Y ese fue precisamente el choque que precipitó la salida los March, una de las familias más ricas de España, de ACS. Le pidieron que siguiera como presidente no ejecutivo y nombrara Ceo a Verdes, pero no aceptó. Se lo pidió, en concreto, Juan March de la Lastra, hijo de Carlos March Delgado, que ha sido nombrado recientemente presidente de Banca March en sustitución de su padre. Y a partir de ahí comenzó la salida de Corporación Alba, el brazo inversor de los March, del grupo de construcción e infraestructuras. Eso sí, las salidas han sido pasito a pasito, muy al estilo de los March, con ventas de pequeñas participaciones, pero ininterrumpidas. Es el mejor modo de no penalizar un valor, en el que siguen, pero que abandonan con una perseverancia que parece programada. La última venta fue este lunes, de un módico 0,024% del capital, por 2,36 millones de euros. Parece una nimiedad, y lo es, pero es la undécima operación de este tipo en los últimos meses con las que los March van abandonado progresivamente ACS. La participación de los March, que llegó a ser del 22%, apenas supera hoy el 10% (11%, en concreto); o sea, en algo más de un año se ha reducido a la mitad. Por no ser, ya no son ni el primer accionista, como antaño y durante muchos años. Han dejado esa plaza para Florentino (12%), al que acompañan también los empresarios Alberto Cortina y Alberto Alcocer, con un 9,05% y Miguel Fluxá (5%). Y luego está el lío de Fernández Verdes, al que le preceden no poco méritos en ACS, por lo que ha hecho en la filial alemana Hochtief, y a través de ésta en la filial australiana Leighton (hoy CIMIC). Es presidente de la primera y Ceo de la segunda, pero Florentino se resiste a que mande también en la matriz. Lo dejó muy claro en la última junta de ACS celebrada a finales de abril: "Yo no cedo nada", dijo. Y eso que anunció entonces que Fernández Verdes se incorporará a ACS como Ceo en 2016. Florentino dejará de ser consejero delegado pero se quedará como presidente ejecutivo; es decir, seguirá controlando la gestión. Cambiarán poco las cosas, en consecuencia, lo cual no debe ser nada cómodo para Fernández Verdes, precisamente. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com